El ministro español de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, tendrá listo “en 2 ó 3 semanas” un primer informe sobre la reforma de la Ley de Extranjería para pasar al Consejo de ministros e iniciar así el proceso correspondiente.

En ese plazo “el Gobierno ya tendrá el texto articulado y armado para pasar al Consejo de ministros un posible informe, que sea el que abra el proceso para la reforma de la Ley de Extranjería”, afirmó el ministro en París.

Esa reforma no se limita a cambios sobre la reagrupación familiar, sino que también deberá incluir, entre otras cuestiones, la transposición de algunas directivas europeas, precisó.

En el ámbito concreto de la reagrupación familiar de los inmigrantes, la propuesta que hará Corbacho consiste en “que se distingan entre el núcleo familiar y la familia extensiva” y en que, cuando se reagrupe a un hijo menor de 18 años, eso lleve “implícito” un contrato de trabajo.

El ministro hacía estas declaraciones tras presidir, en la embajada española de París, el acto de entrega de las Medallas a la Emigración a tres federaciones de entidades con sede en Francia.

Además de este acto, en la agenda de su visita a París, destaca el encuentro que el ministro tiene previsto mantener el próximo lunes con el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría.

Además, el ministro español de Trabajo e Inmigración declaró ayer que considera más importante la posibilidad que ofrece el llamado plan de retorno que el número de personas que se acojan al mismo.

“Me importa más el instrumento como una posibilidad para las migraciones circulares y las de ida y vuelta, que no realmente medirlo desde el punto de vista cuantitativo”, dijo Corbacho, quien recordó que siempre dijo que hay “una cierta incertidumbre” a la hora de pronosticar el número de personas que podrían acogerse a este plan de retorno voluntario a sus países de origen porque “dependerá de cada caso, de cada situación”.

Su departamento baraja, agregó, una horquilla de entre 10.000 y 15.000 posibles beneficiarios.

El titular de Trabajo e Inmigración puntualizó que este decreto “ha nacido con la voluntad de permanencia y no de temporalidad”, en función de la actual coyuntura económica.

Precisó además que es un instrumento que “da posibilidad a las personas que, siendo inmigrantes, se encuentran en situación de paro” y que el universo de extranjeros que se pueden acoger al plan está limitado.