Secuestros de inmigrantes centroamericanos se multiplican en México

El secuestro selectivo de 12 mujeres centroamericanas, en pasado 5 de noviembre, y que podría estar vinculado a la trata de blancas, ha puesto en alerta a las autoridades mexicanas.

La Prensa Gráfica, dpa , 21-11-2008
Los inmigrantes ilegales centroamericanos que se internan en México para alcanzar Estados Unidos son cada vez más blanco de víctimas de secuestros extorsivos, pero un caso ha causado preocupación adicional: el secuestro selectivo de unas doce mujeres.

La “caza” de las mujeres centroamericanas, que viajaban en un tren con otros migrantes en el sureño estado de Oaxaca, podría estar vinculado con trata de blancas, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), un organismo público autónomo.

“En los eventos que habíamos conocido hasta ahora nunca se había discriminado entre mujeres y varones. En este evento del 5 de noviembre iban por mujeres”, dijo a dpa el quinto visitador de la CNDH, Mauricio Farah Gebara.

Ese día, el tren de carga al que se trepan de los inmigrantes partió como siempre de la localidad de Arriaga, en el estado de Chiapas rumbo a Ixtepec, en Oaxaca. De pronto se detuvo. Hombres armados con rifles de asalto AK-47, los famosos “cuernos de chivo” que usan los narcotraficantes, les salieron al encuentro.

“Los agresores empezaron a disparar y a perseguir mujeres entre los inmigrantes que corrían”, relató Farah Gebara a partir de declaraciones de testigos.

“Refieren que luego reanudó su marcha el tren, pero diez minutos después se detuvo de nueva cuenta, se echó en reversa y volvieron los agresores a perseguir a los inmigrantes y a llevarse a mujeres”.

México es un territorio peligroso para los más de 200,000 centroamericanos que cruzan, año a año, la frontera desde Guatemala en una travesía de más de 3000 kilómetros hacia el “sueño americano”.

En diciembre de 2006, el presidente de México, Felipe Calderón, anunció que se tomarían medidas para proteger a los inmigrantes, como respuesta a los testimonios de extorsiones, robos y malos tratos de policías corruptos.

A esto se ha sumado el incremento de los secuestros para exigir rescate a familiares en Estados Unidos y ahora el secuestro de mujeres.

Algunos casos han tenido repercusiones internacionales, como el secuestro de cinco inmigrantes ilegales surcoreanos, en julio pasado, en Reynosa, cuyo caso hizo público desde Seúl el presidente de Corea del Sur, Li Myung Bak.

“Comenzamos nosotros a tomar nota del secuestro de inmigrantes a partir del 2006. No quiere decir que antes no sucediera, pero lo que sí venimos observando es que viene incrementándose este tipo de crimen”, dijo Farah Gebara.

“Esta situación se venía presentando pero con mexicanos o centroamericanos en Arizona. Una vez que eran cruzados a territorio estadounidense, eran ahí amagados, secuestrados en casas de seguridad, y pedían rescate a los familiares en los Estados Unidos”, explicó.

Pero, ahora, esta industria delictiva “viene asentándose, reproduciéndose y multiplicándose en distintos puntos del territorio nacional”.

“Tenemos testimonios de secuestros que se cometen en el sur de la república y los inmigrantes son trasladados hasta estados fronterizos como Tamaulipas para cobrar ahí el rescate correspondiente con dos modalidades: en caso de que se pague determinada suma, se liberan en territorio mexicano, y en caso de que se pague una suma superior son liberados en territorio estadounidense”, señaló Farah.

Inmigrantes liberados después del pago o que lograron escapar dicen que les piden, según sea el caso, entre $1,500 y $4,500 dólares. Las víctimas prefieren no hacer la denuncia por su condición de ilegales y el temor a represalias.

No obstante, la Procuraduría General de la República tiene dos expedientes abiertos en contra de policías ministeriales de Oaxaca, detenidos en septiembre y octubre de este año, cuando llevaban, con rumbo desconocido, a inmigrantes que habían secuestrado.

Para Farah Gebara, esto “habla no sólo de colusión de autoridades en el territorio mexicano, sino de lo pernicioso del sistema migratorio en los Estados Unidos, que de alguna manera está trayendo como efecto negativo todo esto que viven los inmigrantes”.

“La política de la contención no disminuye la inmigración, pero sí impulsa el crecimiento del crimen organizado, la violencia en la frontera, el secuestro de inmigrantes y, sin duda alguna, en la trata de inmigrantes”.

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