La Guardia Civil impide a la Falange hacer un homenaje político en el Valle de los Caídos

Los guardias civiles han cumplido con lo establecido en la Ley de la Memoria Histórica y han prohibido a los falangistas portar símbolos franquistas y exaltar la dictadura o a sus figuras

Público, , 21-11-2008

Falangistas y agentes de la Guardia Civil han protagonizado esta mañana varios momentos de tensión en la entrada al monumento del Valle de los Caídos, concretamente mientras examinaban los vehículos y las pertenencias a los asistentes, convocados a una misa por el aniversario de la muerte del dictador Franco y del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera.

La Guardia Civil, que ha desplegado en los accesos al monumento a una decena de patrullas, quiso hacer cumplir así el artículo 16 de la Ley de Memoria Histórica, que consagra el Valle de los Caídos como un lugar de culto “no siendo posible en ningún lugar del recinto llevar a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas o del franquismo”.

El jefe nacional de La Falange-FE, Manuel Andrino, que junto a algunas decenas de militantes del partido se han desplazado desde la capital en vehículos personales, ha criticado que los guardias civiles de la entrada al Valle les hayan obligado a retirar los ramos de flores y les hayan prohibido expresamente entrar con simbología.
“Un sencillo homenaje”

“Cuando he aparecido yo en el coche, los agentes de paisano y el mando policial que había en la puerta se han puesto en estado de alerta y han empezado a poner problemas. Luego, he comprobado cómo un capitán de la Guardia Civil ha cogido con un gran desprecio un ramo de flores y con mucho asco ha dicho que ‘ahí tenía las putas rosas’. Esto es un lugar de culto, donde hay personas enterradas, y como cualquier otro cementerio hay gente que quiere depositar sus flores”, ha argumentado.

Por otro lado, el presidente nacional de La Falange FE ha manifestado que los asistentes no han realizado en el monumento ningún acto político y simplemente “han rendido un sencillo homenaje a todos los enterrados, tanto del bando nacional como republicano”. “La libertad de movimiento y el secuestro a la que nos hemos visto sometido es un hecho más que cierto”, ha dicho.

Por su parte, Eduardo Lázaro, un ‘joseantoniano’ de 65 años, ha afirmado que en la entrada tuvo que someterse a tres controles policiales, lo que le ha producido indignación por el “atropello” y por la “limitación” de sus “derechos ciudadanos”.

“Nos han hecho bajar del coche y nos han ordenado quitarnos la chaqueta y la camisa para ver si llevábamos simbología. Si yo llevo en mi camisa las cinco flechas, ¿a ellos qué les importa?”, afirma.
Una misa sin exaltación a la dictadura y sus figuras

Finalmente, un centenar de falangistas, la mayoría jubilados y advertidos de los condicionamientos de la nueva Ley, han entrado al monumento y asistido al oficio religioso desarrollado en la Basílica de la Cruz. Unos pocos turistas con sus familias visitaban el monumento, entre ellos un grupo de ciudadanos chinos que no conocía la fecha que se conmemoraba hoy.

La misa católica, oficiada por el abad benedictino del templo, ha comenzado a las 11.00 horas y ha durado casi una hora. En esta ocasión, no ha habido ni banderas ni gritos de exaltación a favor de la dictadura en el interior de la iglesia y sólo en un momento del oficio se ha hecho mención, estrictamente espiritual, por el alma de los fallecidos en esta fecha. También en el interior del templo había varios agentes de la Benemérita, así como guardias civiles de paisano y vigilantes de seguridad.

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