Colonos judíos pintan «Mahoma es un cerdo» en una mezquita de Hebrón

ABC, LAURA L. CARO | JERUSALÉN, 21-11-2008

Es el preludio de una batalla. Decenas de colonos judíos atacaron ayer a las Fuerzas de Seguridad israelíes en Hebrón, después de profanar un cementerio musulmán y escribir en el muro de una mezquita cercana «Mahoma es un cerdo» y «muerte para los árabes» junto a una estrella de David. Los radicales destrozaron lápidas, apedrearon ventanas y a varios palestinos, e hirieron a un soldado lanzándole aguarrás a la cara.

«Que nadie tenga duda, habrá una lucha feroz como nunca se ha visto». La advertencia apocalíptica llegaba del rabino Uzi Sharbaf, oráculo de la comunidad judía en esta ciudad cisjordana y principal afectado por una sentencia judicial que amenaza con incendiar Hebrón de un momento a otro. El pasado domingo, el Tribunal Supremo israelí ordenaba la evacuación en tres días de un bloque de cuatro plantas que Sharbaf y sus familiares, entre otros, ocuparon en 2007 invocando contratos de propiedad que se han demostrado falsos. Desde el miércoles, ya bajo ultimátum de desalojo forzoso, cientos de fanáticos se han acantonado en la casa. Pero el Ministerio de Defensa que dirige Ehud Barak es firme: estarán fuera de allí antes de 30 días.

Con una población de 180.000 palestinos, en el corazón mismo de esta ciudad que alberga los mausoleos de Abraham, Isaac, Jacob y sus esposas, viven en un enclave fortificado y protegidos por cientos de soldados unos 650 colonos. La algarada de ayer ha sido interpretada como una demostración de fuerza de los judíos – singularmente violentos y mesiánicos en esta localidad – , ante la que se avecina.

El miércoles, más de un millar de ellos se juntó en Hebrón para preparar la batalla en una reunión, en la que el rabino Shalom Dov Wolpe, – líder del «Ejército para la salvación del Pueblo y la Tierra de Israel» – , repartió cascos entre los jóvenes e instó a los soldados llamados a ejecutar el desalojo a desobedecer, a cambio de 1.000 shekels (unos 200 euros) por noche de arresto.

El fantasma de la evacuación de Gaza, en 2005, obsesiona a los colonos. «Esta será la prueba más dura desde aquella operación, si fallamos, las repercusiones son imprevisibles», confesaba un alto oficial militar israelí, a la espera de que Defensa señale fecha y hora para empezar.

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