Janet Napolitano, la gobernadora de Arizona, es el último nombre en incorporarse al equipo de Barack Obama. Y lo hace, según confirmaron diferentes fuentes en varios medios estadounidenses, para hacerse cargo de la delicada cartera de Seguridad Interior, el macroministerio creado por George Bush tras los atentados del 11 – S. La elección de Napolitano indica por dónde van las intenciones del presidente electo, ya que la gobernadora del estado del que John McCain es senador se hizo un nombre a nivel nacional al enviar a la Guardia Nacional a la frontera con México para controlar la inmigración ilegal.
Considerada una demócrata moderada (es firmemente partidaria de la pena de muerte), Napolitano es uno de los nombres clave del partido en asuntos migratorios, y una de las gobernadoras que con más firmeza ha exigido al Gobierno federal que se implique para controlar las fronteras y no deje este asunto a los estados. Al igual que la mayoría de los gobernadores de estados fronterizos (de ambos partidos), Napolitano se opone a la construcción del muro entre México y EEUU y es partidaria de aumentar la presencia de agentes de fronteras y los sistemas electrónicos de control para evitar la entrada de emigrantes. Con reputación de dura en el tema migratorio dentro del partido, es partidaria de buscar una fórmula para legalizar a los 12 millones de sin papeles pero no de una amnistía general.

MULTIMILLONARIA
Junto al de Napolitano, el otro nombre protagonista ayer era el de Penny Pritzker, una empresaria multimillonaria de Chicago que suena para Comercio. Pritzker fue la responsable de la fabulosa maquinaria recaudatoria de la campaña de Obama y a diferencia de la mayoría de los nombramientos efectuados hasta ahora, no está vinculada con la Administración de Clinton y es del círculo íntimo del presidente electo. Algunos medios daban por muy avanzado el proceso, pero a media tarde la interesada dijo en un comunicado que cree “poder servir mejor al país creando negocios y empleo”.