washington. La gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, aparece como favorita para liderar el Departamento de Seguridad Nacional, un área de especial relevancia, con el futuro gobierno del presidente electo de EE.UU., Barack Obama, informó ayer la prensa local.

La ex fiscal general de Arizona fue una de las primeras gobernadoras demócratas en expresar su apoyo a Obama.

Napolitano fue reelegida en el año 2006 para un segundo mandato como gobernadora de Arizona, el estado del senador republicano John McCain, ex rival de Obama durante las presidenciales.

La política, de 50 años, fue la primera gobernadora en solicitar que las tropas de la Guardia Nacional aseguraran la frontera de EE.UU. con México y en 2006 fue la primera mujer que presidió la Asociación Nacional de Gobernadores.

El diario The Washington Post recordaba ayer que Napolitano adquirió relevancia nacional en 1991, cuando representó a Anita Hill en su caso por acoso sexual contra el entonces nominado y después confirmado juez para el Tribunal Supremo Clarence Thomas.

Fuentes demócratas citadas por los medios locales insisten en que Obama todavía no ha tomado una decisión sobre si confía el mencionado cargo a Napolitano, que implica dirigir el enorme departamento creado por el Congreso tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 contra Washington y Nueva York.

Napolitano forma parte del equipo de transición de Obama, quien asumirá la presidencia tras la toma de posesión del 20 de enero.

Por otro lado, varios medios informaron ayer que la empresaria de Chicago Penny Pritzker, que fue la presidenta nacional financiera de la campaña de Obama, es la favorita para la Secretaría de Comercio.

bush, viaje de despedida a perú Por otro lado, el actual presidente de EE.UU., George W. Bush, comienza hoy una visita de tres días a Perú para participar en la cumbre de la APEC, en lo que será un viaje de despedida a América Latina dominado por la economía

El viaje, salvo una visita sorpresa a Irak o Afganistán no descartable, será en principio también el último de Bush como jefe de Estado.

Y, sin embargo, la visita presidencial tendrá un carácter relativamente anodino. A diferencia de otros viajes anteriores, Bush, ya de completa salida y bajo la sombra de su inminente sucesor, Barack Obama, se limitará a acudir a Lima para la cumbre y no añadirá otras etapas a su viaje.