Otra mujer suena para ocupar Comercio y Hillary Clinton tiene muchas posibilidades de ser secretaria de Estado

Cumpliendo con la promesa de paridad que hizo Barack Obama durante la campaña electoral, ayer se colaron dos nombres de mujeres entre los candidatos a ocupar cargos clave en el futuro Gobierno, aunque con distinto final. Una de ellas es la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, que tiene todos los boletos para dirigir la Seguridad Nacional. Otra fue Penny Pritzer, una multimillonaria de Chicago a la que se le adjudicó la cartera de Comercio hasta que ella misma rechazó el puesto aduciendo conflictos de interés.

Heredera del imperio hotelero Marriott y amiga personal de Obama, Pritzer levantó suspicacias instantáneamente después de analizarse su candidatura, dada su implicación en uno de los bancos responsables del subprime en Chicago, que dirigió durante los años noventa.

Fuentes próximas al proceso de selección mencionaron a Laura D’Andrea Tyson, presidenta del Consejo de Asesores Económicos en la Presidencia de Bill Clinton, como otro de los nombres que se barajan para la Secretaría de Comercio.

Ningún obstáculo parece tener en cambio la veterana Janet Napolitano, que llegó a sonar como candidata a la vicepresidencia durante la campaña electoral. Hasta el propio John McCain pidió ayer que su colega de estado sea confirmada con rapidez en el cargo .

Napolitano es una dama de hierro del Partido Demócrata, al que llegó en 1993 tras ser recomendada por Bill Clinton como ayudante del fiscal general de Arizona, ascendiendo más tarde a fiscal federal. La primera vez que el país oyó hablar de ella fue con motivo del caso de Anita Hill, el primer juicio por acoso sexual en el Congreso. Un caso pionero que en el 2002 la catapultó a la Gobernación de Arizona, convirtiéndose en la primera mujer en ser elegida en este feudo republicano, cargo para el que fue reelegida en el 2006.

La cartera de Seguridad Nacional fue creada tras el 11 – S y entre sus cometidos están funciones tan dispares como la prevención de ataques terroristas o la regulación de las políticas migratorias. Por su sillón han pasado Tom Ridge y Michael Chertoff, todos ellos altos juristas, pero ninguno con la experiencia ejecutiva de Napolitano.

Si algo ha caracterizado la carrera de esta gobernadora de un estado con 605 kilómetros de frontera con México es su dominio de las políticas migratorias, en las que su personal criterio la enfrentaron por igual a demócratas y republicanos. Fue una de las primeras en mandar a la Guardia Nacional a la frontera, pero también la más rápida en ofrecer programas de trabajo a los sin papeles .

Otro de los nombres de mujer de ayer es el de Hillary Clinton, que se perfila como una opción cada vez más viable para el Departamento de Estado. La senadora goza de aliados en ambos bandos del espectro político y cuenta con un mayoritario respaldo de los estadounidenses (el 57% apoyan su designación, según una encuesta de Gallup).

No lo tiene tan fácil Tom Daschle. Su candidatura a ser el encargado de llevar a cabo la reforma de la sanidad está levantando ampollas por su pasado como miembro de un grupo de presión para diversas farmacéuticas. Este dato no hubiese supuesto un problema en cualquier otra Administración, pero choca con la promesa de Obama de mantener alejados a los grupos de presión. A la espera de ver cómo se resuelve el caso, asesores del líder negro apuntan a que lo más probable es que Daschle delegue en sus subordinados decisiones que atañen a sus antiguos clientes.