Me han tenido secuestrada en mi propia casa. Por favor, ayúdenme". Con esta llamada de socorro comienza una rocambolesca historia que se ha resuelto, tras una minuciosa investigación de la policía de Mislata, con la detención de cuatro personas implicadas en una presunta trama preparada a conciencia para vender a un recién nacido, según ha podido saber LAS PROVINCIAS.

A.L.H., de 24 años, natural de Colombia y en avanzado estado de gestación, acudió a la Comisaría de la Policía Nacional de Mislata hace unos días. Contó entre lágrimas a los policías que la atendieron que había conseguido escapar de sus captores después de haber permanecido durante varios días retenida en su propia casa, que compartía con una prima, también colombiana, y su marido, de nacionalidad paquistaní. En un descuido de la pareja, según relató a los agentes, había escapado y reclamaba protección policial.

La denuncia por secuestro desemboca en una operación en la que colaboran tanto agentes de la nacional como efectivos locales, así como responsables de la lucha contra la violencia de género. Resultan detenidos O.L.H., de 46 años, y su marido, A.R., de 40 años.

Sin embargo, la historia da un giro radical cuando declara la pareja acusada de secuestro. Según su relato, la denunciante, la chica embarazada, había viajado a España desde su país natal, ya en estado de gestación, para dar a luz a un bebé de encargo. A cambio recibiría una cantidad de dinero estipulada, al parecer, en unos 2.000 euros. Esta joven habría quedado embarazada en Colombia, al parecer por fecundación in vitro, y se había convertido en una madre de alquiler.


Pasaporte español

¿Por qué se trasladó a España? La razón, según la pareja detenida, y que aportó mucha información a la policía durante el interrogatorio, es que ese niño, al nacer aquí, tendría pasaporte español. Además, su hipotética madre cobraría la ayuda de 2.500 euros que concede el Gobierno por cada hijo recién nacido. Sin embargo, al parecer ella sólo se llevaría una parte de esa cantidad, un total de 2.000 euros.

Después de su nacimiento en España, la madre tenía que regresar a su país, a Colombia, con su hijo recién nacido y español, para proceder a la entrega del recién nacido a la familia que había “alquilado” el vientre de la joven.

La pareja que había sido detenida por un presunto secuestro, en realidad, se dedicaba a cuidar y a vigilar a la chica embarazada hasta que diera a luz en un hospital valenciano y se inscribiera a ese niño en el registro civil como hijo de colombiana. El bebé sería español.

Al parecer, la pareja la cuidaba y vivía con ella en un domicilio de Mislata. Es muy común que los compatriotas compartan un piso alquilado cuando llegan de su país natal y por lo tanto no levantaban sospechas. Sin embargo, también recibía las atenciones de otra persona, que la visitaba a menudo: un colombiano afincado en Israel, y que actuaba como padre de la criatura que iba a nacer.

El objetivo era inscribir a esta persona, J.A.H., y de 32 años, como el progenitor del bebé. En realidad, probablemente era el padre biológico, el que constaría en el registro, en el libro de familia y quien se llevaría al bebé desde Colombia hasta Israel, legalmente.

Es más, la denuncia por secuestro se produce tras la visita de J.A.H. a España, donde, al parecer, habría acompañado a la joven embarazada a una revisión rutinaria. Actuaba como pareja de la chica y era el destinatario del bebé, junto a su mujer, residente también en Israel.

La policía de Mislata averigua tras el interrogatorio que J.A.H. estaba todavía en España y consigue que sea interceptado por los agentes en el aeropuerto de Barajas, donde iba a tomar un avión con destino a Tel Aviv, después de comprobar que el embarazo seguía adelante.


Arrepentimiento

Pero las cosas no salieron como se esperaba y la madre de alquiler se arrepintió. Podría haber sido porque quería quedarse con la criatura. Si nacía en España, la colombiana legalizaba su estancia en este país por mucho tiempo, al ser la madre de un menor español.

Sin embargo, la causa de la ruptura del pacto – y que provoca la denuncia por secuestro – parece mucho más banal. Podría ser que la madre de alquiler hubiera reclamado una mayor cantidad económica por dar a luz, pues tenía una familia en Colombia y necesitaba dinero para mantenerla, según relataron los detenidos a la policía durante el interrogatorio.

Una vez realizadas las oportunas diligencias por parte de la policía de Mislata, los cuatro detenidos pasaron a disposición judicial. De momento, están acusados de estar en España de forma irregular, y por ello están en el centro de internamiento de extranjeros, en Zapadores. Se desconoce sin embargo la localización de la joven embarazada, aunque no será expulsada. El motivo es su avanzado estado de gestación, que impide que pueda coger un avión hasta el nacimiento del bebé.