SALUD / La paciente, una colombiana que padecía una grave tuberculosis, ha recuperado plenamente su función respiratoria / El órgano se 'fabricó' con tejidos de un donante y células madre extraídas de la propia enferma

Cirujanos del Clínico de Barcelona realizan el primer trasplante de tráquea

El Mundo, MARIA VALERIO, 19-11-2008

MADRID. - Claudia Lorena Castillo es colombiana. Vive en Barcelona con sus dos hijos, Isabella (de cuatro años) y Johan, de 15. Hace cuatro años, empezó a ir al médico por una tos persistente que tardó en ser diagnosticada como una grave tuberculosis. Cuando la cosa empeoró, los especialistas del Hospital Clínico sólo tenían para ella dos opciones: quitarle un pulmón o tratar de reparar su tráquea, gravemente obstruida por la infección. El remedio que ideó para ella el doctor Paolo Macchiarini, del servicio de Cirugía Torácica de este centro, ha convertido a Claudia en protagonista de uno de esos llamados hitos médicos sin precedentes.


Esta colombiana ha recibido por primera vez en el mundo una tráquea fabricada casi a la medida para ella, gracias a una complicada combinación de ingeniería de tejidos, células madre y un trasplante de órganos sin necesidad de utilizar medicamentos contra el rechazo. El logro, en el que han colaborado especialistas de las Universidades de Bristol (Reino Unido), Padua y Milán (ambas en Italia), se publica hoy en la revista médica The Lancet.


«Desde que empecé a estudiar Medicina, he soñado con poder trasplantar una tráquea de manera sencilla», confiesa a EL MUNDO Macchiarini, un italiano «de la Toscana» afincado en la Ciudad Condal. «Las vías respìratorias son mi especialidad, llevo 14 años dedicado a esto, estudiando cómo simplificar el procedimiento. Y nunca nadie lo había hecho hasta ahora», señala orgulloso desde Londres, donde acaba de dar una rueda de prensa para hablar de este caso.


A Claudia ya le habían hecho una primera intervención en la parte de la tráquea más próxima a la garganta, pero la tuberculosis había obstruido gravemente sus vías respiratorias justo después de la bifurcación de la tráquea, un pequeño tubo con forma de Y invertida que lleva el aire hasta cada pulmón. La mujer tenía dificultades para hacer sus tareas cotidianas y, a su edad, la posibilidad de extirparle el pulmón afectado hubiese mermado considerablemente su calidad de vida.


Además, como explica Macchiarini a este periódico, si la complicada operación que él tenía en mente hubiese fracasado, siempre dispondrían de esa segunda opción. La cirugía se llevó a cabo en junio de 2008 y, desde entonces, eso no ha sido necesario. Ella reconoce que tuvo miedo al saber que era la primera vez en el mundo que se intentaba algo así (sólo se había probado con éxito en cerdos), pero «las ganas de vivir» le quitaron las dudas. «Antes vivía más en el Clínico que en mi casa», ha recordado ante los periodistas.


Para reemplazar la porción obstruida, unos siete centímetros más cercanos al pulmón que a la garganta, hizo falta recurrir a la tráquea de un donante; una mujer de 51 años fallecida a consecuencia de una hemorragia cerebral. Para evitar problemas de rechazo por parte del organismo receptor, el órgano fue sometido en Padua a un complicado lavado para eliminar cualquier rastro de células de la donante.


«Se hicieron 25 lavados para quitar todas las células respiratorias, epiteliales y endoteliales, así como los antígenos de histocompatibilidad [HLA] que provocarían el rechazo del sistema inmunológico receptor. En cerdos sólo habíamos necesitado 17 de estos lavados celulares», explica el investigador italiano. De esta manera, lo único que quedó de la tráquea fue una matriz, una especie de soporte que posteriormente fue recubierto con células de la propia Claudia.


Para esta segunda fase, se obtuvieron tanto células epiteliales de sus vías respiratorias, como células madre obtenidas de su médula ósea. Estas últimas fueron cultivadas en un laboratorio de Bristol hasta lograr diferenciarlas en condrocitos (células del cartílago).


Una vez obtenidos los millones de células necesarias para recubrir la matriz, el experimento viajó de nuevo, esta vez a Milán. Allí, las células pudieron implantarse con éxito en la tráquea procedente del cadáver gracias a un biorreactor diseñado expresamente para este trabajo en el Politécnico milanés. Como explica Macchiarini, se trata de un dispositivo capaz de dar dinamismo a las células y mantenerlas girando constantemente con un efecto rotatorio: «La tráquea es un tubo, y gracias a este biorreactor pudimos recubrir su exterior de condrocitos y su interior de células respiratorias».


Sólo quedaba el último paso, que también se realizó con éxito en los quirófanos del Clínico de Barcelona. Durante seis horas, Macchiarini reemplazó el fragmento de tráquea defectuoso por el nuevo tubo creado expresamente con células de «la Claudia», como le llama cariñosamente el doctor italiano.


elmundo.es


Vídeo:


Vea las imágenes de la operación.


El próximo reto: la laringe


El siguiente reto que ya tiene en mente el equipo médico es poder utilizar el mismo sistema para realizar un trasplante laringotraqueal, que además de la tráquea permita reemplazar la laringe a personas con un cáncer en esa zona. Dispone ya, explica, de dos posibles candidatos, un paciente llegado desde Alemania, y otra mujer estadounidense, cuyo tumor ya ha sido operado pero ha vuelto a reaparecer.


Respecto a Claudia, sólo cuatro días después del trasplante, el nuevo tejido era prácticamente idéntico a los bronquios que lo rodean; y en sólo 10 días pudo recibir el alta. Al cabo de un mes, una biopsia demostró que los vasos sanguíneos de la traquea habían crecido en el implante con normalidad, permitiendo una buena función mecánica, y sólo cinco meses después su pulmón ventila con normalidad. Ahora Claudia puede cuidar sin ningún problema de sus hijos y hasta subir dos pisos de escaleras sin fatigarse. Incluso alguna tarde se anima a salir a bailar.


No obstante, queda por ver, como reconoce en un comentario en ‘The Lancet’ el doctor Toshihiko Sato, de la Universidad japonesa de Kyoto, cómo se comporta la nueva tráquea «después de un período más largo de observación».

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