El estudio “Las viajeras invisibles, mujeres migrantes en la región centroamericana y el sur de México”, elaborado por la socióloga guatemalteca Ana Silvia Monzón, echó por tierra la creencia de que las mujeres migran a Estados Unidos únicamente para reencontrarse con sus esposos.

La investigación, que contó con el apoyo de la organización internacional Consejería en Proyectos, revela las diversas razones que obligaron a más de 397 mil guatemaltecas a abandonar el país, y rompe el mito de que ellas no aportan recursos económicos a sus familias.

“En los estudios sobre migrantes están ausentes las mujeres, porque se cree que migran con fines de reunificación familiar, cuando existen otras razones. También se considera que los únicos que envían dinero a Guatemala son los hombres”, refirió. Sin embargo, más de 330 mil guatemaltecas que viven en Estados Unidos mandaron remesas familiares en el 2007, explicó la socióloga.

Existen al menos seis motivos para que las mujeres migren hacia Estados Unidos, entre ellos: el mandato patriarcal o patrilocalidad —que obliga a las muchachas que contraen matrimonio a seguir a sus maridos adondequiera que las lleven—, la persecución política, la falta de empleo, el estigma que sufren por embarazarse sin estar casadas o para huir de la violencia intrafamiliar.

Un porcentaje, el menor, abandona su lugar de origen para ejercer su derecho de autonomía, agregó la experta.

“Desde la época de la Colonia ha habido demanda de mano de obra femenina para servir en casas patronales. En el siglo XIX las requerían en los cultivos de agroexportación (café, caña de azúcar y algodón), desde entonces más mujeres migran de áreas rurales a urbanas”, afirmó.

En Guatemala se calcula que el 57 por ciento de mujeres y el 43 por ciento de hombres se trasladan a los centros urbanos. Lo mismo ocurre en El Salvador y Honduras.

El perfil de las mujeres que deciden marcharse de sus comunidades, de acuerdo con la experta, reúne las siguientes características: son niñas o mujeres jóvenes que proceden de hogares pobres de la provincia, indígenas, de baja escolaridad o analfabetas.

Datos de la Organización Internacional para las Migraciones revelan que en Estados Unidos viven más de 397 mil guatemaltecas, principalmente en California, Nueva York, Texas y Florida.

“El 25 por ciento tiene la posibilidad de viajar a Guatemala de manera frecuente, lo que da la idea de que el resto son indocumentadas”, agregó.

No obstante, cerca de 330 mil envían remesas mensuales a sus familias; el 53 por ciento, al área urbana, y el 47 por ciento, a la rural.

El estudio fue presentado durante la primera convención de la Coalición de Inmigrantes de Guatemala, que se efectúa en la Universidad de San Carlos, zona 12. El propósito de ese encuentro es abrir un espacio para discutir los problemas que afectan a los connacionales que viven en Estados Unidos.