| GÉNOVA, Italia

Asesinada en Italia.

Después de permanecer por casi cuatro meses en una funeraria privada de  Génova, donde residía antes de ser asesinada, el cadáver de Isabel Rivera González finalmente llega hoy a las 08:00 a Guayaquil, en un vuelo de la compañía KLM, para ser sepultado. Antes pasará por Milán y luego por Amsterdam (Holanda).

En medio de una incesante lluvia, pocos allegados y amigos dieron  el pasado miércoles el último adiós a la connacional de 34 años que hace ocho emigró del Ecuador con el deseo de trabajar para ayudar a su familia.

La gestión del traslado del cuerpo y el pago a la funeraria corrieron por cuenta de personas particulares que prefieren guardar el anonimato y señalan que tratarán el tema económico solo con los familiares de la occisa, pues “viendo que ninguna institución gubernamental se interesó en la suerte de Isabel y antes de que sus restos vayan a dar a una fosa común, preferimos unirnos y hacerle el último favor a una amiga”, comentó uno de los asistentes a la cámara mortuoria.

El asesinato por degollamiento de la joven inmigrante, el pasado 16 de julio, conmocionó a la comunidad ecuatoriana residente en Génova.

La falta de dinero para la repatriación del cuerpo fue comentada incluso por la prensa local, mientras los connacionales criticaron la falta de cooperación de instituciones gubernamentales creadas para ayudar al inmigrante, como la  Secretaría Nacional del Migrante y la Defensoría del Pueblo, que tienen sus sedes en Milán y Roma, respectivamente.

Con la repatriación del cuerpo de Isabel Rivera González se soluciona la mitad del caso, pues queda por esclarecer quién fue el autor del delito, por el que actualmente está detenido como principal sospechoso el ecuatoriano P. V. M., quien reitera su  inocencia.

Las primeras informaciones extraoficiales señalaron que el móvil del asesinato de la guayaquileña fue pasional, pues su cadáver fue hallado semidesnudo en la cama y con todo en orden en su departamento ubicado en Sampierdarena, bautizado como el barrio de los ecuatorianos en Génova.