Todos los viernes por la tarde abandonan sus despachos y se olvidan por unas horas de la seriedad de las salas de vistas. Se transforman entre bambalinas. La magia del teatro es para la mayoría un soplo de aire fresco en sus ajetreadas vidas laborales. Son abogados por vocación y actores por afición. Y se lo toman muy en serio. El grupo de teatro del Colegio de Abogados de Málaga estrena hoy ‘Morena Clara’, un éxito de taquilla del cine español que inmortalizó la desaparecida Imperio Argentina y más tarde Lola Flores. Una historia de payos y gitanos con la Justicia como gran protagonista.

Son veinte letrados y llevan año y medio enganchados al teatro. El grupo nació en el seno de la vocalía de Cultura del Colegio de Abogados de Málaga, y hoy estrena su segunda obra (‘El clavo de plata’ fue la primera), bajo la dirección de Carlos Roldán. ¿Y por qué ‘Morena Clara’? «Elegí esta obra para hacerle un regalo de Reyes a alguien muy especial. A esa persona le gustaba mucho», explica Roldán. El responsable de la adaptación teatral, que además de abogado es director de Artes Escénicas, añade que en la obra «se ha tratado de resaltar sobre todo la mezcla de la convivencia y de la fraternidad independientemente de la raza y condición social».

La historia tiene un trasfondo judicial. De hecho, en el primer acto se desarrolla el juicio donde dos gitanos, Triniá y Regalito, son acusados por un severo fiscal del robo de seis jamones, y donde los actores – abogados lo han tenido, sin duda, más fácil gracias a su sobrado dominio del lenguaje judicial.

Todos, salvo la protagonista de ‘Morena Clara’, que es la única actriz profesional, son aficionados al teatro. En el caso de Félix Fernández Tinoco, el gusanillo le viene de muy lejos. De joven hizo sus pinitos en el Teatro Ara, por donde pasaron también Antonio Banderas y María Barranco, entre otros. Félix interpreta tres personajes: Regalito, el tío de Morena Clara; Elías, el padre del severo fiscal; y Pepe Rosales, un amigo de éste. «Me encanta actuar y me lo paso muy bien. De todos los personajes me quedo con Regalito, porque es un gitano muy gracioso».

De abogado penalista en la realidad a fiscal en la ficción. José Antonio Recio interpreta el papel del duro y desconfiado acusador que acaba enamorándose del embrujo de la gitana Triniá. «Yo soy abogado de profesión y no hay papel más difícil para mí que el de fiscal», asegura Recio.

Sin duda los tiempos modernos se notan en esta adaptación de ‘Morena Clara’, donde los papeles de juez y abogado defensor son asumidos ahora por mujeres.

Gema Ordóñez se interpreta a ella misma (abogada en la vida real) para defender a los gitanos en el juicio de ‘Morena Clara’. También da vida a Teresa, la madre del fiscal. «Me gustan ambos personajes porque son mujeres progresistas que se atreven a romper con el orden establecido», explica. A su compañera de bufete, Patricia Criado, le ha tocado meterse en el personaje de la juez: «Me encanta por el contrapunto de seriedad y vis cómica que tiene». Y también está Elisa, que cada vez que puede abandona la rigidez del terreno jurídico para entregarse a la fantasía del teatro. Interpreta tres papeles secundarios, pero que ponen el toque más cómico a la obra.

El contrapunto de todos estos actores aficionados es Alba María Bernal, la única que actriz profesional en el grupo de abogados. Ella es la Triniá: «Es un personaje explosivo y divertido, muy diferente a mí; me lo paso muy bien».

Ayer, muchos nervios en el ensayo general. La obra quedó vista para sentencia. Mucha mierda.