El 47% de los profesores considera que no está bien preparado para atender la realidad multicultural de los centros escolares tras multiplicarse por diez el número del alumnado inmigrante en las aulas españolas desde 1997, mientras que el 49,5% de los docentes considera que tiene la formación adecuada para enfrentarse a la nueva ‘demografía’ surgida en las clases. Por su parte, los estudiantes extranjeros se sienten perfectamente adaptados e integrados y, es más, están convencidos de que los centros educativos son una auténtica escuela de igualdad. Son las más llamativas conclusiones de un informe elaborado por la Fundación Pfizer, con la colaboración de Sigma Dos, en base a 1.200 entrevistas realizadas hace un mes a los tres colectivos implicados: docentes (100 encuestados), población inmigrante (300) y española (800).

Esta sensación optimista de los niños extranjeros y de sus padres se pone aún más de manifiesto a la hora de valorar el sistema educativo de España. Así, los foráneos son quienes se sienten más satisfechos y otorgan una mayor valoración al modelo educativo (7,94 puntos sobre 10), más incluso que los profesores (6,30) y la población española (6,02). De estos últimos, seis de cada diez aplauden la multiculturalidad en las aulas, y apenas uno la ve negativa.

La mayoría de los docentes consultados reconoce como aspectos que dificultan la integración escolar de los inmigrantes las diferencias de idioma (77%), las que existen con el nivel de estudios del país de origen (79%) y las culturales (62%). Por el contrario, las opciones religiosas no son identificadas como una traba. Los docentes identifican claramente la etapa de la ESO como el nivel educativo en el que consideran que se producen mayores dificultades para la integración escolar de los niños inmigrantes.

Sobre las posibles barreras que influyen en el desarrollo normal de la enseñanza, profesores y la población general coinciden en señalar varios factores. Los prioritarios son el desinterés de los alumnos, el fracaso escolar y la falta de implicación de las familias, si bien es de destacar que se antepone el desinterés de las familias españolas al de las inmigrantes.