Gonzalo Testa

Melilla – El Ministerio del Interior trasladó ayer a 36 guardias civiles de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) del Instituto Armado procedentes de Sevilla a Melilla con la intención de reforzar la vigilancia del perímetro fronterizo de la Ciudad Autónoma, que durante la semana pasada se vio asaltado hasta en cuatro ocasiones por inmigrantes subsaharianos.

Según informó al delegado del Gobierno en la ciudad norteafricana, Gregorio Escobar, la misión específica de estos agentes, integrados en una Unidad Básica de Actuación (UBAC), será «reforzar con la eficacia que distingue al Instituto Armado las tareas de vigilancia y control de la valla fronteriza».

Escobar aseguró que esta unidad permanecerá en Melilla «el tiempo que se estime necesario hasta garantizar una correcta impermeabilización de la frontera» y felicitó a todos los guardias civiles que se han encargado durante los últimos días de esa tarea por su «magnífica labor» en una misión «fundamental para una ciudad como ésta».

Un total de nueve guardias civiles resultaron heridos leves el lunes, el miércoles y el pasado domingo intentando frenar «cuerpo a cuerpo» a los inmigrantes indocumentados que intentaron entrar en avalanchas de diversa magnitud por la frontera de Beni – Enzar, el arroyo Mezquita y el río del Oro.

Por otro lado, la Ciudad Autónoma recibió ayer también la visita del comisario general de Extranjería y Documentación del Cuerpo Nacional de Policía, Enrique Taborda. Se desplazó hasta Melilla para tratar de analizar con las autoridades locales «cuál es la situación relacionada con el fenómeno migratorio que está viviendo estos días la ciudad»
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