Sólo siete menores extranjeros desamparados han vuelto a su país

ABC, EFE | BARCELONA, 04-11-2008

El programa pionero de la Generalitat de retorno a sus países de origen de menores desamparados ha conseguido desde su puesta en marcha en 2006 el regreso de siete de ellos a Marruecos, un número reducido teniendo en cuenta que el plan preveía inicialmente el retorno de al menos 162 de ellos.

Bautizado como Cataluña – Magreb, el programa prevé intervenir sobre los menores inmigrantes que quieran retornar a sus países, así como a sus familias, que siguen allí y a las que se ofrece ayuda para poder garantizar el éxito de la reagrupación. Estos menores, en su mayoría de Marruecos aunque también de otros países del norte de África, residen actualmente en centros propios o concertados de la Generalitat bajo la tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia).

Al iniciarse el proyecto, esta dirección general identificó a 162 menores inmigrantes desamparados que podrían ser susceptibles de volver a sus países, por lo que se iniciaron las gestiones para localizar a sus familiares más cercanos y averiguar si reunían las condiciones para proceder a la reagrupación.

Las dificultades familiares y del entorno han hecho que la gran mayoría de estos menores no haya podido salir aún de Cataluña, y que sólo siete hayan viajado ya a Tánger, donde el programa les hace un seguimiento a través de las entidades sociales que trabajan allí.

El balance provisional de este programa se hizo público en unas jornadas sobre la acción educativa con menores extranjeros sin referentes organizada días atrás en la Facultad de Pedagogía de la UB, a la que asistieron expertos y miembros de entidades que trabajan por los derechos de los menores sin familia, así como responsables de la conselleria de Acción Social.

El porcentaje de niños desamparados en el propio Marruecos y que emigran a Europa es muy bajo, mientras que la mayoría de los menores que deciden cruzar el Estrecho proceden de familias humildes, pero capaces de ofrecer a sus hijos apoyo emocional y económico básico. Además de los 162 casos de los que se ha hecho o se está haciendo un seguimiento, el programa ha contactado en Marruecos con otras 93 familias de niños y adolescentes en riesgo de convertirse en inmigrantes ilegales para intentar crear las condiciones que eviten su marcha, viajes que estos menores suelen acometer, además, poniendo en riesgo su vida, ya que viajan en los bajos de camiones.

Con financiación de la UE, el programa recibió un impulso en junio de 2007 al firmarse un convenio de colaboración entre la Generalitat y Marruecos.

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