Un grupo de unos trece inmigrantes trató ayer de acceder a Melilla por una de las compuertas del arroyo Mezquita, donde días atrás se produjeron varios intentos de entrada, y cuatro de ellos consiguieron su objetivo. Según informó el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, el intento de entrada de subsaharianos se produjo en torno a las 05.00 horas y en él resultaron heridos leves tres guardias civiles, que recibieron asistencia sanitaria y que ya han sido dados de alta. Los subsaharianos intentaron acceder a Melilla a través de una de las compuertas del arroyo Mezquita, muy próximo a la frontera de Beni Enzar, que se vieron afectadas por las lluvias el pasado día 26. El de ayer es el cuarto intento de entrada que se ha registrado en la ciudad a lo largo de la semana pasada.

Además, Escobar aseguró que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continuarán trabajando en colaboración con los agentes marroquíes para impedir que los inmigrantes que intentan acceder a la ciudad aprovechando los destrozos ocasionados por las lluvias en el perímetro fronterizo «no consigan su objetivo de entrar a Melilla». A pesar de las entradas registradas en los últimos días, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) continúa, a juicio del delegado, «en situación de normalidad y las personas que están allí acogidos están siendo atendidas perfectamente y se les ha dado cobertura tanto de alojamiento, como de manutención o asistencia sanitaria».

Por su parte, el presidente de la Ciudad mostró ayer su preocupación ante este nuevo intento de entrada «porque se están repitiendo mucho y porque vienen muy agresivos». Y es que en palabras de Juan José Imbroda «los inmigrantes que vienen no lo hacen corriendo y saltando para evitar los obstáculos, sino que vienen agrediendo y tirando piedras grandes», por lo que espera que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y pidan a Marruecos que aumente su colaboración. De igual forma, el secretario general del PSOE atribuyó los intentos de entrada a la situación que se vive en la frontera provocada por las fuertes lluvias del domingo pasado.