Tres guardias civiles resultaron ayer heridos leves al impedir la entrada por la valla de Melilla de trece subsaharianos. Los hechos se produjeron sobre las 5.00 horas, en las compuertas del arroyo Mezquita, ubicadas en el perímetro que separa la ciudad de la provincia marroquí de Nador.

Los agentes del instituto armado recibieron atención sanitaria y fueron dados de alta poco después, según informó un portavoz de la Delegación del Gobierno.

De los trece inmigrantes que participaron en la avalancha sólo cuatro irregulares lograron superar el cordón de seguridad reforzado desde el pasado domingo, cuando la sirga tridimensional que separa ambos países cedió por la presión de las intensas lluvias. Sin embargo, todos han sido detenidos por los guardias civiles y puestos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, que les aplicará lo estipulado en estos casos por la ley de Extranjería.

Con el de ayer son ya cuatro los intentos de entrada de inmigrantes irregulares a la ciudad desde que cedieran, la semana pasada, unos 30 metros de la valla. El primero se registró en la madrugada del pasado lunes, cuando cerca de 65 subsaharianos trataron de acceder por el paso fronterizo de Beni Enzar, el más grande y transitado. Como los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cerraron las puertas de la frontera, lo que frenó la acción, unas 45 personas no cesaron en su empeño y se dirigieron al arroyo que discurre a escasos metros de esta zona. En esta ocasión, varios entraron a Melilla y se dispersaron por distintos barrios, por lo que la Guardia Civil activó un dispositivo especial para interceptarlos.

Asimismo, el miércoles doce inmigrantes pretendieron acceder también a través de las compuertas de seguridad del cauce del Río de Oro. Miembros de la Guardia Civil y de la Gendarmería marroquí abortaron el intento, que se saldó con agentes del instituto armado heridos leves.

El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (PP), criticó ayer “la agresividad” con la que están actuando los inmigrantes que intentan pasar a la fuerza a Melilla “armados con piedras y palos” después de que la ciudad sufriera cuatro entradas de inmigrantes en una semana y resultaran heridos seis guardias civiles, tres el miércoles y otros tres ayer.

Tras presidir el acto de imposición de coronas a difuntos melillenses de especial recuerdo, Imbroda demandó una “mayor colaboración” por parte de Marruecos para frenar las avalanchas. La primera autoridad melillense mostró su “preocupación” por estos hechos porque los subsaharianos que intentan acceder irregularmente a Melilla “ya no vienen corriendo para saltar un obstáculo o forcejear, sino que llegan armados con palos y piedras” para hacer frente a las fuerzas de seguridad.

Imbroda desveló que uno de los guardias civiles heridos ayer “ha necesitado varios puntos de sutura” para curar las heridas que le ocasionaron los sin papeles durante su asalto por la zona del arroyo de la Mezquita.