Más de 3.500 inmigrantes logran reunir a sus familias en Vitoria en la última década

El Ayuntamiento, que revisa las condiciones de sus futuros domicilios, prevé atender este año la cifra récord de mil solicitudes

El Correo, ROSA CANCHO, 03-11-2008

Los 18.000 inmigrantes asentados en Vitoria empiezan a ver el fruto de los difíciles años que han pasado desde que salieron de sus países. Más de 3.500 personas de origen extranjero han logrado ya reunir a sus familias en la capital alavesa en la última década. Pero esto no es más que la punta del iceberg, ya que las reagrupaciones se han disparado en los últimos años hasta el punto de que el Ayuntamiento prevé cerrar este ejercicio con la cifra récord de un millar de solicitudes. Sólo hay que comparar este dato con las 60 peticiones atendidas en 1999 para hacerse una idea de la importancia de este fenómeno ligado a la integración.

El Departamento municipal de Salud y Consumo (Demsac) se encarga de realizar inspecciones sociosanitarias gratuitas de las casas en las que vivirán las familias. Recibe una media de tres peticiones diarias y su misión es evitar hacinamientos o que los niños tengan que dormir en espacios deteriorados e insalubres, explica la responsable del área Sanitaria del Demsac, Charo Preciado. Su equipo técnico vela por que el hogar que el demandante ha preparado para su cónyuge e hijos se encuentre en buen estado de conservación, esté limpio, disponga de agua caliente y calefacción, electricidad y una buena red de desagües. Además, ha de detener equipamientos básicos y habitaciones para todos.

Los inspectores, detalla Preciado, «deben atender cada solicitud antes de 15 días». Su primera misión, agrega, es la de comprobar cuántas personas están empadronadas en la futura casa familiar. «Muchas veces te encuentras con que ahí hay demasiada gente. La excusa habitual es la de decir que esas personas ya no viven en ese lugar. Entonces les decimos que se den primero de baja en el padrón y que luego ya hablaremos», relata Preciado.

Rechazo del 15%

El 15% de las peticiones son rechazadas, sobre todo, por problemas de espacio. Y eso que el Demsac trata de tener manga ancha. Así, asegura la responsable, si un hombre vive en un piso de 60 metros y quiere agrupar a su esposa y cuatro hijos en la casa, el requisito de tener una habitación para cada uno se flexibiliza. «Está claro que pueden arreglarse para encontrar espacio», dice. También aceptan casos en los que dos familias pequeñas comparten una casa de gran tamaño.

Según la experiencia acumulada estos años por el Demsac, la «gran mayoría» de los pisos inspeccionados están en «buenas» condiciones. El colectivo que más reagrupaciones ha pedido desde 1999 ha sido el de los colombianos, seguidos de marroquíes y argelinos. El Casco Viejo, el centro y barrios próximos como Coronación, Judimendi o Santiago son los enclaves con más familias extranjeras arraigadas, junto a otras áreas como Ariznabarra, Sansomendi, Arana o Txagorritxu. Además, cada día es mayor el número de inmigrantes que ha accedido a una vivienda de VPO en propiedad o en alquiler en Salburua y Zabalgana.

No obstante, tener una vivienda digna no es más que uno de los requisitos que deben cumplir quienes quieren reunir en Vitoria a sus seres queridos. Tienen que tener los permisos de trabajo en regla y demostrar, entre otras cosas, que cuentan con ingresos constantes y suficientes como para mantener a la familia. No pueden traer a hijos mayores de edad, salvo que sean discapacitados, ni a hermanos, tíos o primos. Y los padres podrán vivir con ellos siempre que demuestren que su subsistencia depende del dinero que les envían.

Pues bien, los extranjeros temen que el Gobierno Zapatero endurezca aún más las condiciones lo que explica, según Preciado el aumento de peticiones en los últimos años. Sobre todo en este ejercicio, en el que llegan ya tres solicitudes al día.

Los colombianos son los que más reagrupaciones protagonizan en Vitoria, seguidos de marroquíes y argelinos.

Los preferidos son el Casco Viejo y los del centro, junto a Sansomendi y Ariznabarra, Empiezan a despuntar Salburua y Zabalgana.

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