Crimen en Legazpi

Los antifascistas 'reviven' a Palomino

El Mundo, LUIGI BENEDICTO BORGES, 03-11-2008

Un año después de que un adolescente antisistema fuera asesinado por un neonazi cuando acudía a reventar una manifestación, sus compañeros prometen honrarlo en la calle «luchando hasta el último aliento» Carlos, un año sin ti, un año contigo». Ese es el lema que luce en la multitud de carteles que los compañeros y amigos de Carlos Javier Palomino han colocado en distintos puntos de la región. Carlos, conocido por todos sus amigos como El Pollo, fue el joven antifascista de 16 años asesinado en Legazpi por un neonazi, cuando acudía a reventar una manifestación organizada por un partido de ultraderecha. Fue el 11 de noviembre del año pasado y ahora sus allegados consideran que es el momento de «honrar su memoria».


«Carlos fue asesinado por un militar neonazi cuando acudía a luchar contra el racismo», dice la gente que lo conoció de cerca. «Con su muerte, también se ha unido a la lucha gente que no lo conoció en vida. Por eso hemos cogido el tema: un año sin ti, un año contigo», manifiesta un joven cercano a los grupos antifascistas que están empezando a organizar todo tipo de celebraciones. La primera tendrá lugar el 8 de noviembre, pero curiosamente, no será en Madrid, sino en Torrelavega. Allí, en su Plaza Mayor, se homenajeará a Carlos y a «todas las víctimas del fascismo». Pero el gran acto se deja para tres días después, cuando el martes 11 de noviembre tenga lugar la manifestación en su honor que tendrá lugar en Legazpi.


«Desde entonces, al igual que algo en nuestro interior murió también aquel día, nació un fuerte sentimiento de reafirmación total e inacabable, para luchar hasta morir con todas nuestras fuerzas contra el fascismo y las injusticias», dicen los organizadores, que han programado la marcha a las 20.00 horas de la plaza de Julián Marías.


Los carteles anunciadores comenzaron a ser pegados a mediados del mes pasado por todo Madrid, desde Móstoles a Vallecas, aunque uno de los lugares donde su colocación ha provocado más controversia es en Moncloa.


Para algunos, su colocación allí se debe a fines simplemente prácticos. «Por ahí es por donde pasan todos los días cientos de jóvenes que se dirigen a la Ciudad Universitaria, y a ellos más que a nadie le tendrían que interesar estos temas», dice una estudiante de Farmacia. Por el contrario, otro estudiante universitario, esta vez de Derecho, ve otra razón oculta. «Siempre se ha rumoreado que los cabezas rapadas operan por Moncloa y el Parque del Oeste. Y para ellos, estos llamamientos a la lucha antifascista van a ser considerados una provocación», argumenta.


En el comunicado que ha sido colgado en decenas de páginas de ideología antifascista de la red se pueden leer varias citas dedicadas a Democracia Nacional, el partido político de ideología ultraderecha que organizó la manifestación en la que murió Carlos, y a Josué Estébanez de la Hija, el presunto asesino.


«Todas las agrupaciones de extrema derecha han recibido una respuesta contundente cada vez que han osado volver a dar un paso en unas calles que deben estar vetadas para ellos. Y ni el lugar, ni el escaso tiempo de antelación con el que han anunciado sus actos (a veces con tan solo un día), ni sus tretas, ni los despliegues policiales, han sido capaces de evitar que la rabia antifascista haya respondido siempre», dice el panfleto.


Los foros de internet también están siendo lugares elegidos para lanzar arengas a favor de seguir homenajeando al joven asesinado «atacando las sedes, los símbolos, y a los cómplices que se mancharon las manos con la sangre valiente de Carlos».


En el Metro de Legazpi, donde tuvo lugar la trifulca que le costó la vida al adolescente, vecino del barrio de Vallecas, «siempre hay flores», dice otro de sus conocidos, quien presume de que ahora «el antifascismo madrileño está más unido y organizado que nunca»


Por eso, el comunicado dice que «aquel fatídico 11 de noviembre», los fascistas «tocaron techo», por lo que ahora «tienen que esconderse como las ratas que son, desde aquel día triste» y añade que «ahora es el momento, y es deber de todos, salir a la calle a combatir contra el fascismo sin pedir ni dar cuartel. Porque contra los nazis no hay tregua». «Carlos, te prometemos allá donde estés que no pararemos de luchar hasta el último aliento, y que tu rostro contemplará sonriente como Madrid es y será la tumba del fascismo», concluye la arenga. En los próximos días se comprobará si estas amenazas quedan simplemente en eso o vuelve a derramarse sangre en la calle por razones ideológicas.


UN AÑO DE HOMENAJES Y DISTURBIOS


Todo comenzó cuando un grupo de antifascistas entró en un vagón de Metro en la estación de Usera la mañana del 11 de noviembre de 2007. Acudían a ‘reventar’ una manifestación contra la inmigración organizada por Democracia Nacional pero no esperaban cruzarse en el convoy con un neonazi que aún no había llegado a la marcha. Hubo un intercambio de miradas y enseguida se desató una pelea que acabó con la muerte de Carlos Javier Palomino, que sufrió una puñalada en el corazón. Desde ese día, los actos en su honor han sido constantes. Algunos, como la colocación en mayo de este año de una placa honrando «su lucha contra el racismo y el fascismo» no registraron incidentes. Otros, como la protesta organizada dos días después de su muerte, provocó diversos disturbios que causaron considerables daños en el mobiliario urbano.

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