Se supone que dentro de los ciclos electorales de Estados Unidos las sorpresas desestabilizadoras son más bien típicas del mes de octubre pero noviembre se ha presentado para Barack Obama acompañado de una novedad bastante desagradable: la existencia en Boston de una tía procedente de Kenia que durante sus ocho años de intentar colarse de alguna manera en el «sueño americano» ha incumplido toda clase de legislaciones, regulaciones y hasta una orden judicial de expulsión.

10 millones de «sin papeles»

La negativa de la tía de Obama a salir de Estados Unidos representaría una infracción administrativa. Y la situaría dentro de los estimados más de 10 millones de «sin papeles» acumulados por el gigante americano desde la última gran amnistía concedida durante la Administración Reagan. Esa población no legalizada constituye una de las cuestiones más espinosas y polémicas en la vida política estadounidense, deliberadamente evitada tanto por Barack Obama como por John McCain en sus respectivas campañas.

Zeituni Onyango – medio hermana del padre keniata de Obama – se encuentra expuesta a ser detenida y sometida a una orden sumarial de deportación. Con todo, la agencia Associated Press ha podido confirmar que agentes federales de inmigración han recibido en los últimos días una directiva por la que deben solicitar el visto bueno por lo menos a nivel regional antes de proceder con cualquiera de estas expulsiones fulminantes.

Pese a su estatus ilegal, Zaituni Onvango ha logrado acceder a una vivienda social en el sur de Boston, además de recibir un pequeño estipendio por trabajar como una especie de voluntaria social seis horas a la semana. En directa violación de la legislación federal de Estados Unidos, que prohíbe estrictamente que extranjeros realicen donaciones electorales, la señora ha facilitado en pequeñas cantidades un total de 260 dólares (unos 204 euros) a la campaña de su sobrino.

Donaciones ilegales

La Comisión Federal Electoral, encargada entre otras cosas de comprobar la legitimidad de la financiación política de los candidatos presidenciales, ha recordado que las reglas actuales claramente obligan a que los individuos que donan dinero deben ser ciudadanos de EE.UU. o disponer de una tarjeta verde de residencia permanente. Además, cada campaña tiene la obligación de realizar «los mejores esfuerzos» para verificar estos requisitos y explicarlos a sus donantes.

Para financiar su candidatura a la Casa Blanca, Barack Obama ha logrado reunir una cifra récord de 640 millones de dólares, sobre todo a través de pequeños donativos canalizados a través de Internet. Según ha indicado Bob Biersack, portavoz de la Comisión Federal Electoral, «cualquiera que piense que la ley ha sido violada tiene toda la libertad para presentar una queja y nosotros tendríamos que investigar».

Al salir a la luz su complicada situación, Zeituni Onyango ha dado esquinazo a la prensa limitándose a decir que está rezando mucho por su sobrino. Mientras que la campaña de Obama se ha visto en la obligación de emitir un comunicado afirmando que el senador por Illinois «no tiene conocimiento del estatus de su tía pero obviamente cree que todas las leyes apropiadas deben cumplirse». También se ha anunciado la inmediata devolución de todas las donaciones realizadas por Zeituni a su sobrino.

El candidato demócrata – que en sus memorias habla de su «querida tía Zeituni» – afirmó ayer desconocer la situación ilegal de su pariente