Veto a carros usados frena el plan retorno

El Universo, Jaime Cevallos, 31-10-2008

| BARCELONA, España

Connacionales en España se quejan porque solo pueden traer vehículos 0 km. y no los que ya usan.

El Plan Bienvenido a Casa no se condensa y hay quienes aseguran “que no sirve para nada”. El impedimento de llevar el carro usado se convierte en el principal freno con que se encuentran los ecuatorianos que desean retornar a Ecuador.

Álex Cordovez no oculta su desazón porque su ilusión de volver al país se frustró. “En teoría, podemos trasladar a Ecuador un vehículo, enseres y herramientas de trabajo sin pagar impuestos. Pero al final, eso es una mentira”, asegura con un dejo de amargura.

Cordovez, nacido en Bolívar pero criado en Guayaquil, dice  que cuando preguntó sobre los requisitos que se necesitan para acogerse al plan del Gobierno ecuatoriano se enteró de que no puede llevar su carro.

“Tiene que ser un vehículo 0 km., pero no hay ecuatoriano que tenga la capacidad económica  para pagar de contado entre 15.000 y 20.000 euros (de 18.900 a 25.200 dólares al cambio actual)  por un carro nuevo”, expresa. La resolución de la Corporación Aduanera Ecuatoriana indica que el vehículo que forme parte del menaje de casa importado deberá ser nuevo.

“¿Qué quieren, que vendamos el carro usado para comprar uno nuevo? Pues que sepan que aquí, cuando un carro sale del concesionario pierde la mitad de su valor”, dice indignado.

Algo parecido le ocurre a Édison Zambrano, que se niega a renunciar a su Nissan Almera para volver a Ecuador. “Me costó mucho comprarlo y no estoy dispuesto a malvenderlo”, explica. “Me parece bien que nos quieran ayudar, pero a veces siento que juegan con los sueños de la gente”, señala  tras recordar que su esposa, también ecuatoriana, mostraba ilusión por el retorno.

Cordovez agrega que su caso es mucho más grave porque tiene dos camiones que son sus herramientas de trabajo, pero tampoco puede llevarlos a Ecuador. 

Además, dice que también resulta infructuoso transportar electrodomésticos porque en España la corriente normal es de 220 voltios, mientras que en Ecuador es de 110; es decir, que los enseres que tiene en su hogar,  en Mora de Ebro, pueblo a  una hora al sur de Barcelona, no funcionarían en Guayaquil.

“Tampoco podemos pagar 3.000 euros (3.780 dólares) que es lo que vale medio contenedor, para llevarnos muebles y  colchones”, sentenció.

Óscar Jara, delegado de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) en España, admitió que han detectado el problema y la insatisfacción entre los ecuatorianos. Pero añadió que  hay un acuerdo regional de la Comunidad Andina de Naciones que prohíbe importar carros  usados. “Nuestra intención es que se permita el ingreso de vehículos de hasta cinco años de antigüedad. Sin embargo, eso debería hacerlo el ‘Congresillo’, ya que se trata de modificar un acuerdo regional”.

Mientras, el cónsul de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellano, coincide en que la principal inquietud que tienen los ecuatorianos se relaciona con la importación del carro. “Nosotros hemos transmitido esta inquietud a la Senami”, señala, tras enfatizar que el Plan Bienvenido a Casa despierta entusiasmo entre los ecuatorianos.

“Cada día vienen unas 20 personas a preguntar sobre los requisitos que se deben cumplir para volver al país”, comenta.

Según Jara, unos 1.600 ecuatorianos radicados en  España se han interesado por el plan que fue presentado en febrero  pasado. De todos ellos, el  9% ya ha regresado al país, “aunque eran personas que ya tenían prácticamente la decisión tomada”.

“Hay que considerar que el plan se presentó cuando aún no se agravaba la crisis española en la construcción. Sin embargo, la situación se ha complicado y podría impulsar el regreso de muchos ecuatorianos, especialmente porque el Gobierno español también ha resuelto pagarles la totalidad del paro (seguro de desempleo), en dos partes, a todos aquellos inmigrantes que decidan dejar España”, apunta Jara.

Al respecto, Arellano puntualiza que “los compatriotas están ligando el plan del Gobierno ecuatoriano con el del español. Muchos ven aceptable la posibilidad de retornar con un dinero, el del seguro del desempleo, y, a su vez, con sus bienes personales y herramientas de trabajo sin pagar impuestos”.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)