Tres agentes de la Guardia Civil sufrieron ayer lesiones de carácter leve al tratar de evitar la entrada de una decena de inmigrantes en Melilla. Los miembros del instituto armado fueron atendidos por magulladuras, después de intentar repeler, junto a policías marroquíes, el tercer asalto a la valla de seguridad en los últimos días.

El grupo de subsaharianos trató de pasar a Melilla por el cauce del Río de Oro, entre los puestos fronterizos de Mariguari y Farhana. Según la Delegación del Gobierno, nada más producirse la refriega se activó el dispositivo de seguridad habitual para detectar «si algún inmigrante ha logrado entrar».

En el primero de los asaltos a la frontera, el pasado lunes, un grupo de unos 65 inmigrantes trató de cruzar a la carrera por el puesto de Beni Enzar, aunque no lo consiguieron.

Posteriormente, alrededor de medio centenar se dirigieron hacia uno de los arroyos y, aprovechando que las compuertas de la valla estaban dañadas por las lluvias, consiguieron entrar a la ciudad. Fueron interceptados 37 de ellos.