ÁLEX HERRERA

SANTA CRUZ. El drama de la inmigración clandestina volvió ayer a golpear las costas de Canarias, en esta ocasión con el trágico saldo de tres «sin papeles» fallecidos. El mal tiempo acabó con sus vidas al no logar subsistir tras una dura travesía de diez días desde las costas africanas hasta el Archipiélago.

Un cayuco con 126 personas bordo, todos varones, llegó sobre las cinco de la madrugada de ayer a la isla de La Gomera.

En el cayuco, que arribó por sus propios medios al puerto de Playa de Santiago, en el municipio de Alajeró, venían 126 inmigrantes subsaharianos, entre ellos dos fallecidos, uno de los cuales era menor de edad. El tercero murió horas después en un centro hospitalario de La Gomera al que había sido trasladado en estado grave. En la barcaza, de veinte metros de eslora y 3,3 metros de ancho, también viajaban quince menores.

En lo que va de año, un total de 41 inmigrantes ilegales han fallecido en las costas del Archipiélago, una cifra que ya supera las muertes registradas a lo largo de todo el año 2007, con 39 cadáveres, según confirmaron a ABC fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.

Entre los supervivientes hay tres en estado grave que tuvieron que ser trasladados a distintos centros sanitarios de La Gomera y de Tenerife con cuadros de hipotermia, hipoglucemia y fiebres.

En relación a la llegada de menores, el Gobierno regional denunció hace dos días la saturación que existen en los centros de menores inmigrantes de las islas, donde se han tenido que habilitar carpas en los patios de las instalaciones de Tenerife y Gran Canaria. En la actualidad, el Gobierno acoge a 1.500 menores, además de tutelar a otros 200 derivados a la Península.