Santiago (República Dominicana). (EFE). – Turbas de dominicanos
portando armas de fuego, machetes y palos incendiaron las viviendas
de haitianos indocumentados que residen en el noroeste del país para
expulsarlos, en la segunda jornada de represalia por la muerte de un
dominicano achacada a un haitiano de su confianza.

En el municipio de Guayubín, provincia Montecristi (fronterizo
con Haití), fueron incendiadas 25 viviendas de haitianos y otras
ocho destruidas por completo.

La policía de Montecristi dijo que una haitiana identificada como
Elena Pití sufrió la fractura de una pierna tras ser golpeada por un
grupo de enardecidos vecinos que buscaban en la comunidad de Juana
Gómez, Guayubín, a su compatriota Jean Pié, al que responsabilizan
de la muerte del agricultor y ganadero Alcibíades Jiménez, de 80
años.

Los habitantes de Juana Gómez aseguraron que un haitiano, que no
identificaron, resultó con heridas de perdigones al ser tiroteado
por un dominicano.

Sin embargo, la policía del lugar dijo que desconocía ese caso,
pero que lo está investigando.

Decenas de haitianos, incluyendo niños, huyeron despavoridos del
lugar y se refugiaron en lugares desconocidos para evitar ser
agredidos.

Algunos de los inmigrantes acusaron al alcalde de la localidad,
Emilio Bolívar Gómez, de dirigir a los grupos de dominicanos que
incendiaron y destruyeron sus viviendas y luego los expulsaron.

Gómez, por su parte, rechazó las acusaciones y dijo que, como
autoridad de la comunidad, acompañó a los dominicanos que buscaban
al haitiano homicida y que no ocurrió lo peor gracias a su
intervención.

De acuerdo con el alcalde, su participación en el grupo fue para
evitar agresiones contra los inmigrantes.

Después del incendio y la destrucción de las viviendas de
haitianos, se presentaron al lugar miembros de la policía y del
Ejército Nacional, quienes ofrecieron protección a estos haitianos.

Organizaciones comunitarias de esa zona pidieron a las
autoridades de Migración que procedan a repatriar a los haitianos
indocumentados que viven ahí para evitar que continúen las
confrontaciones con dominicanos.