Ruta de alto riesgo para inmigrantes 

Prensa Libre, 27-10-2008

Ciudad Tecún Umán. En los últimos tres meses, el número de inmigrantes indocumentados de paso a EE. UU., para lo cual cruzan el río Suchiate, se ha incrementado considerablemente, y el 70 por ciento de ellos ha sido deportado, pero regresa inmediatamente.

Esto ocurre por las deudas que tienen, y no les importa el riesgo que corren sus vidas, mencionó el sacerdote Ademar Barilli, director de la Casa del Migrante Inter – fronteras de esta ciudad, que diariamente presta atención a unas 40 personas, entre guatemaltecos y de otros países.

Barilli citó que desde la tormenta Stan, que dañó gravemente las vías ferroviarias, el tren ya no llegó, y la población más cercana de la frontera hasta donde se podía abordar era en la ciudad de Arriaga, Chiapas, a unos 280 kilómetros.

Desde hace tres años, la cantidad de migrantes que utilizó ese corredor de paso hacia México y luego a EE. UU. disminuyó considerablemente, y los migrantes que llegaban a la Casa eran pocos, argumentó el altruista.

Antes les favorecía, porque el ferrocarril Mayab, conocido como el tren de la muerte, llegaba a esta ciudad para dejar materias primas y mercaderías, por lo que los migrantes indocumentados lo podían abordar en Ciudad Hidalgo, al otro lado del Suchiate, o en Tapachula, a unos 30 kilómetros de esta frontera.

Los migrantes llegan a la Casa entre las 17 y las 21 horas, y por lo general pasan una noche, y al día siguiente continúan su viaje, solo que ahora lo hacen sin coyotes, con la experiencia de viajes anteriores, cruzando el río Suchiate y exponiéndose a los peligros del camino, hasta Arriaga.

De acuerdo con estadísticas que se llevan en la Casa del Migrante, al día se recibe un promedio de 40 personas por noche, y el 70 por ciento son personas deportadas de EE. UU.

Algunos indocumentados explican que las condiciones económicas y sociales de sus países no les permiten vivir, y no desean delinquir para sobrevivir, por lo que deciden retornar a Estados Unidos, a sabiendas del riesgo que corren sus vidas.

Actualmente, en la Casa del Migrante hay dos indocumentados que están en recuperación.

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