El PSC de Barcelona culminó ayer un proceso de renovación que de ahora en adelante le debe permitir cautivar el voto de los inmigrantes y el de los jóvenes desencantados con la política – o con una manera determinada de hacer política – para paliar la fuga de votos de los últimas elecciones. Con ese objetivo en el punto de mira, el nuevo primer secretario de la federación, Carles Martí, y la Ejecutiva que defiende – en la que las áreas temáticas han sido substituidas por secretarías operativas – superó sin problemas la votación de los delegados en la segunda jornada del IX congreso de la federación, que hoy concluye en Barcelona.

Pese a que en lo sucesivo el partido y el Consistorio barcelonés compartirán sus cúpulas, Martí ha optado por potenciar las caras nuevas en el resto de secretarías con el fin de aumentar su funcionalidad y complementar las tareas desempeñadas desde el Ayuntamiento.Los ejes del proyecto a seguir por los socialistas se enmarcan en la generación de ideas, el crecimiento para llegar a más gente, y la capacidad de interlocución social ante una mayor complejidad en el tejido de la ciudad. Martí tiene claro que ante la nueva realidad de Barcelona, más compleja y más diversa, «tenemos que repensar nuestras alianzas e ir más allá de las clases trabajadoras», ésas que siempre se han sentido próximas a los postulados socialistas.

A juicio de Martí, la principal causa de la pérdida de votos en los últimos comicios responde a la abstención, «tanto de los barrios de extracción más humilde como de la gente joven, que no se incorpora a la vida política». Asimismo, Martí cree que mucha gente acusó el desgaste producido tras la celebración de elecciones muy continuadas en el tiempo, como sucedió con las del Estatut, las autonómicas, las municipales y más recientemente las últimas generales.

El principal activo para captar votos reside ahora en la población inmigrante, que ha crecido un 17,3% en ciudades como Barcelona y para la que el PSC pretende practicar una política de proximidad, muy acorde al estilo que imprime el alcalde Hereu en la capital catalana y que tantos frutos puede generar a corto plazo.

La candidatura, de composición paritaria, cuenta con la diputada Isabel López Chamosa como viceprimera secretaria y al joven Albert Aixalà, hasta ahora presidente de la fundación Rafael Campalans, como secretario de la organización.

Entre las personas que dirigirán la federación barcelonesa se encuentran 14 hombres y 12 mujeres, con una media de 43 años y con 19 miembros nuevos de un total de 26, una cifra que apuesta en un 73% por el cambio generacional y de ideas.

El alcalde de Barcelona y sustituto de Joan Clos en el cargo de presidente del partido, Jordi Hereu, destacó por su parte que «el PSC se prepara para afrontar una nueva etapa» y necesita «entrar en contacto con más sectores sociales de la ciudad», objetivos que cree asumibles por el nuevo equipo propuesto por Martí.

En referencia a los continuos contactos con Esquerra para conseguir que los republicanos vuelvan al equipo de gobierno en el Ayuntamiento, Hereu no amagó sus anhelos por volver a reeditar un Consistorio «de todas las izquierdas» e insistió en que por ahora su partido sigue «trabajando intensamente» con el grupo municipal de Esquerra, a quien mantiene «una puerta abierta desde el respeto a la opción que legítimamente han tomado». Aun con todo, Hereu aseguró sentirse «satisfecho» del grado de cooperación y diálogo alcanzado hasta ahora con los republicanos, que a su vez siguen sin compartir el modelo de ciudad que quiere el alcalde.

Renovación con gente joven

BARCELONA. – Poco a poco se ha ido cumpliendo el reto que proponía afrontar el president Montilla en la celebración del último cónclave de los socialistas catalanes, en el que dejó patente su deseo de una mayor renovación con la apuesta decidida por jóvenes valores. Después de acometer una profunda reestructuración en Barcelona con Jordi Hereu de alcalde y un equipo plagado de personas de su confianza, ahora esa misma estrategia se repite en la Ejecutiva de Barcelona, que incorpora valores de los que ya se venía hablando fuerte como Albert Aixalà o Rocío Martínez. En la lista propuesta por Martí para la federación barcelonesa, Aixalà, hasta ahora presidente de la fundación Rafael Campalans, figura como secretario de la organización mientras que Martínez pasa a ser la secretaria de coordinación parlamentaria.

Rozando la trentena, Aixalà ya estuvo junto a Chacón en su lista por Barcelona de las últimas generales y siempre ha defendido un discurso integrador ante la nueva realidad de la ciudad, que ha crecido con la población inmigrante y para la que tiene claro que las recetas que funcionaron en los años 80 y los 90 «ya no nos sirven». Aixalà ejemplifica a la perfección ese modelo de Barcelona que, consciente de sus capacidades, debe seguir trabajando en busca de una nueva identidad ciudadana. Esa que persiguen los socialistas.