El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado en Gipuzkoa una red organizada que presuntamente se dedicaba a traer inmigrantes colombianos a quienes ofrecían falsas ofertas de empleo y que, tras pagar grandes sumas de dinero, se veían después en una situación de desamparo. En la operación, en la que se han visto perjudicados más de un centenar de colombianos, han sido detenidas nueve personas, tanto de ese país como españoles, a quienes se les acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores.

La investigación comenzó en julio, cuando se tuvo conocimiento de que había colombianos en Gipuzkoa que favorecían la inmigración ilegal de compatriotas suyos. Según la Policía, éstos pagaban entre 7.000 y 9.000 euros, lo que les obligaba a hipotecar sus casas y pertenencias en Colombia para lograr falsas ofertas de empleo y permisos de residencia y trabajo, aunque las víctimas no llegaban a cobrar nómina alguna y al cabo de un mes se quedaban en una situación de total desamparo.

Testigos protegidos

Tras lograr la declaración de algunos de ellos, que son ahora testigos protegidos, la Policía pudo determinar al cabo de cuatro meses de investigación que un matrimonio colombiano formado por José Arnobio R.O. y su esposa, Mirta Edit G.N., domiciliados en Pasai Antxo, eran los presuntos cabecillas de la red. Ambos han sido detenidos y puestos a disposición judicial, al igual que los ciudadanos colombianos María Constanza G.N., responsable de la organización en Colombia y que pudo ser arrestada al acudir a España de viaje turístico, así como Viviana T.L. y Oscar Eduardo G.N., éste último antiguo policía en Colombia y que fue expulsado del cuerpo, quienes supuestamente ofrecían préstamos a los inmigrantes para costear los viajes y los distintos permisos. Además de estas cinco personas, otras cuatro, de nacionalidad española, han sido arrestadas pero han quedado en libertad hasta declarar ante el juez.

Los extranjeros explotados se veían obligados a buscar un trabajo, casi siempre como empleados de hogar y en la prostitución, debido a su falta de recursos, el miedo a las amenazas, la falta de domicilio y su dependencia de la red. El matrimonio responsable de esta organización posee más de diez viviendas en Colombia.

Esta red se encargaba de captar en origen de los inmigrantes, introducirles en España, recogerles y transportarles a Gipuzkoa, donde se hacía cargo el responsable de la organización, además de la propia explotación laboral. EFE