Todos los grupos acuerdan afrontar juntos los retos de la nueva diversidad Al final trabajarán todos a una. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha conseguido finalmente el favor del resto de los grupos municipales para alcanzar un Plan de Inmigración que sienta las bases para el trabajo continuo sobre la realidad cada vez más diversa y compleja de Barcelona, fruto de la llegada masiva de inmigrantes. A pesar de los recelos iniciales de ERC y PP – que instaron al bipartito a incluir algunas de sus respectivas enmiendas para apoyar el texto – , el alcalde Hereu se congratulaba ayer de haber alcanzado un «gran pacto de ciudad» al subrayar que la población inmigrante representa un 17,3% en Barcelona. El nuevo plan de trabajo se sustenta en 80 medidas cuyos pilares fundamentales son garantizar la igualdad de derechos, adaptar la prestación de los servicios municipales y reconocer la diversidad cultural. El alcalde remarcó que la estrategia a seguir desde el Ayuntamiento tiene que adaptarse tanto a los inmigrantes como al resto de la ciudadanía para garantizar la cohesión social y la convivencia. Es por ello que el Consistorio promoverá el aprendizaje de las lenguas incentivando el catalán, potenciará el Servicio de Atención al Inmigrante y el Refugiado, apostará por la consolidación de las aulas de acogida y adecuará la oferta de formación ocupacional.

El bipartito quería evitar a toda costa que este fenómeno se convirtiera en moneda de confrontación política y sí, en cambio, en «un espacio conjunto en el que trabajar». Para seguir y evaluar el pacto, se creará este otoño una Mesa Transversal de Inmigración y se presentará un informe anual de seguimiento. El plan prevé un presupuesto de 13,1 millones de euros para este año, que irá aumentando hasta los 15,3 millones en 2011.