IDEAS PARA LA CRISIS

La destrucción de empleo

El Mundo, RAFAEL PAMPILLON, 25-10-2008

Lo más preocupante de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer es la reducción del número de ocupados, es decir, nuestra economía destruye empleo. Sin embargo, la pérdida de ocupados está afectando sólo a la población española mientras tanto se crea empleo en la población inmigrante. Así, los ocupados españoles han disminuido en el tercer trimestre en 83.600 personas y en 266.000 en los últimos 12 meses, mientras que los extranjeros aumentan su empleo en 5.000 en el tercer trimestre y en 100.000 en lo que va de año.


Por su parte el paro aumentó por quinto trimestre consecutivo. Este aumento del paro, desde el 7,9% de la población activa del segundo trimestre de 2007 hasta el 11,3% en el tercer trimestre de 2008, se debe al menor crecimiento de la economía española. Es justamente a partir del segundo trimestre de 2007 cuando la economía se desacelera. La previsión del Gobierno era cerrar este año con un paro del 10,5% y el que viene con un 12,5%. Desgraciadamente, y a la vista de los datos publicados ayer y de las previsiones de crecimiento de la economía española, es casi seguro que terminaremos este año con un paro del 12,5% de la población activa y que el año que viene dicha tasa esté por encima del 15%.


Además, y aunque parezca paradójico, el paro aumenta más en la población inmigrante que en la española. Así, mientras en el cuarto trimestre del año pasado el paro inmigrante estaba situado en el 12,4%, en el tercer trimestre de este año subió hasta el 17,4%. Pero este incremento no se debe, como hemos visto, a la disminución de inmigrantes ocupados sino a que la población activa inmigrante se ha estado incrementando rápidamente. Este es precisamente el motivo del aumento del paro entre los extranjeros, y no porque se haya destruido empleo neto en este segmento. Sin embargo, en un futuro no muy lejano, probablemente en este cuarto trimestre, como las oportunidades de empleo de la mayor parte de la población inmigrante están bastante concentradas en el sector de los servicios de baja productividad y en la construcción de viviendas, y esos dos sectores están reduciendo su actividad, no sólo seguirá aumentando el paro en la población inmigrante sino que asistiremos, por primera vez, a una destrucción de empleo en esa población. En este sentido, el Gobierno debería dotar de mayores recursos para tener un mayor control sobre la entrada de inmigrantes, es decir, para que el número de inmigrantes tanto legales como ilegales disminuya significativamente. Los activos inmigrantes no pueden seguir creciendo a ritmos de 350.000 al año cuando nuestra economía está destruyendo empleo.


Por su parte la política laboral debe dirigirse a mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo, flexibilizar los mecanismos de fijación de salarios y precios y mejorar la formación de los trabajadores de manera que se facilite así la reasignación de la mano de obra entre sectores económicos.


Rafael Pampillón es profesor del IE Business School.

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