José Luis López Belmonte: «Se debe apreciar la riqueza de un aula que sea mosaico de culturas»

El sindicato SATE-STE's recibe este lunes la visita de Carmen Maestro, presidenta del Consejo Escolar del Estado, para inaugurar el XIII Curso de Educación Intercultural

Diario Sur, PALOMA S. HERVA, 19-10-2008

El sindicato SATE – STE’s inició el pasado jueves la parte ‘on – line’ del XIII Curso de Educación Intercultural, si bien será este lunes cuando Carmen Maestro, presidenta del Consejo Escolar del Estado inaugure oficial y formalmente un amplio programa que se desarrollará hasta el 13 de noviembre. Por delante habrá cuatro intensas semanas en las que se contará con aportaciones de expertos en la materia que realizarán su propio análisis sobre el nuevo mapa que se dibuja en las escuelas públicas de todo el país, mezcla de culturas y religiones fruto del fenómeno migratorio. No obstante, Melilla es, en cierto modo, la aventajada puesto que, desde hace siglos, en esta tierra conviven musulmanes, hebreos, cristianos, judíos e hindúes. José Luis López Belmonte, miembro activo del sindicato educativo, reflexionó en los micrófonos de COPE sobre el por qué de esta iniciativa que nació en 1994 y que ya se ha convertido en imprescindible para los docentes.

¿En qué cuestiones se profundizarán durante las cuatro semanas que dura el XIII Curso de Educación Intercultural?

Melilla tiene una composición muy particular porque, aproximadamente, la mitad del alumnado son melillenses bereberes con una cultura propia y existe un grupo de alumnos, que puede alcanzar el ocho por ciento, que forma parte de la comunidad hebrea, por lo que también tiene y defiende una cultura específica, sin olvidar otros subgrupos, por decirlo de algún modo, de romaníes. Lo que deseamos con este curso es atender las necesidades educativas de nuestro alumnado. El XIII Curso de Educación Intercultural incluye dos partes muy diferenciadas: a los ocho módulos de formación a distancia que se realizan a través de Internet, se le suma la parte presencial que comienza el lunes 20 de octubre. En este punto, y si bien es de subrayar la visita de la presidenta del Consejo Escolar del Estado, conviene recordar que en esta parte presencial queremos hacer una panorámica, dibujar un mosaico de todo lo que está pasando en la educación intercultural en Melilla. Para lograrlo, contaremos con la participación de más de 30 ponentes de todos los niveles educativos que nos presentarán sus experiencias y sus investigaciones.

¿Cuándo y cómo surgió la idea de que SATE – STE’s organizase en Melilla un curso con el que profundizar en la idea de la riqueza intercultural desde el ámbito estrictamente educativo?

Es cierto que actualmente se quiere ofrecer la imagen y la idea de que Melilla es una ciudad intercultural, pero tengo que recordar que cuando el sindicato inició esta aventura la idea levantó más de una ampolla y se nos acusó de cosas gravísimas. Los inicios no fueron nada sencillos porque hay que recordar que comenzamos en 1994 con una campaña que organizamos a nivel estatal para construir desde la diversidad. Fue una campaña que coordiné junto a Sebastián Sánchez y en esos primeros años fuimos objeto de duras acusaciones que, en algunos momentos, llegaron a ser crueles. Pero la verdad es única y, hoy por hoy, nadie discute este hecho que es obvio y que nosotros comenzamos a plantear por aquel entonces. Por suerte, es agua pasada pero no hay duda de que las facilidades de ahora nada tienen que ver con las dificultades que nos encontramos en un principio, subrayando que Melilla tiene que ofrecerle a la sociedad española ese carácter intercultural que ya no le es propio o específico puesto que esta realidad se ha trasladado a las aulas de la península debido a la llegada de inmigrantes a España, creando escuelas con mucha más diversidad que las de la ciudad autónoma.

¿Ha cambiado algo el espíritu que se esconde tras el Curso de Educación Intercultural desde sus comienzos?

No. Lo que pretendemos es que las personas que participen en el curso conozcan y aprecien las culturas y, en segundo lugar, que sepan de qué forma se pueden trabajar estos valores que hay que concretar en la práctica del aula.

¿Cómo definiría el papel que juegan los docentes en unas aulas en las que alumnos de diferentes culturas se enriquecen mutuamente?

El profesorado adquiere las herramientas y los instrumentos necesarios para abordar esas diferencias. Nuestro alumnado es el que es y lo crucial en esta situación es, por las experiencias de los docentes, que sepamos cómo podemos empezar a trabajar. Somos docentes y debemos atender las necesidades educativas de nuestro alumnado. Entiendo que este curso ayuda para poder trabajar de una manera más razonada en las aulas porque aporta más matices.

¿Cómo un docente debe hacer frente al reto de enseñar en un aula en la que el fenómeno de la inmigración hace que las necesidades sean radicalmente diferentes a las contempladas hace apenas diez años?

El aprendizaje es un proceso y, evidentemente, en Melilla tenemos más experiencia para abordar este tipo de situaciones. Los materiales escritos que editamos de los cursos que organizamos se están utilizando en la península como material complementario y, en muchas ocasiones, los ponentes de la ciudad son llamados para participar en cursos de formación del profesorado para que sepan cómo actuar.

¿Pensó alguna vez que el Curso de Educación Intercultural podría llegar a cumplir su décimo tercera edición?

A pesar de que no se ha organizado todos los años de manera ininterrumpida, qué duda cabe de que existe un bagaje. Nuestro interés es atender y responder a las necesidades de nuestro alumnado y la escuela pública de calidad tiene que atender a todos los escolares, con independencia de las especificidades que presenten. Melilla, cómo no, forma parte de ese importante mestizaje social.

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