Integración a la italiana

ABC, 19-10-2008

El Gobierno italiano sigue adelante con su discutida política de inmigración. Berlusconi quiere aulas de integración para los menores inmigrantes que no hayan superado las pruebas de idioma y conocimiento de la cultura italiana. Además, el reparto por aulas deberá hacerse con criterios de proporcionalidad, porque las autoridades italianas consideran que esta es la mejor opción para la integración del alumno foráneo. Desde su vuelta al poder, Berlusconi ha iniciado una política de mano dura, utilizando unos discursos cargados de hostilidad hacia los extranjeros y complaciendo algunas de las demandas más xenófobas del partido independentista de la Liga Norte. Y aunque el análisis de fondo pueda llegar a compartirse porque la laxitud de las políticas migratorias lleva a la implantación de inmigrantes sin trabajo, sin condiciones dignas de vida y sin acceso a servicios básicos, se han producido excesos verbales – con consecuencias violentas – que son inaceptables. La repercusión de la inmigración en la enseñanza es evidente, y no sólo en Italia. En España, se han ideado iniciativas similares a las aulas de inserción para equiparar a todos los alumnos. Quedarse cruzado de brazos y perderse en tópicos progresistas sobre la multiculturalidad sólo provoca la marginación de los inmigrantes. Propiciar sentimientos racistas y xenófobos no es la alternativa, sino una irresponsabilidad de mayor gravedad cuando el causante es un gobierno democrático.

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