Reventaba nichos, extraía el acero inoxidable de las tumbas y lo cargaba en una furgoneta con la que después lo distribuía como chatarra. Por inverosímil que pueda parecer, los hechos ocurrieron hace escasas semanas en un cementerio de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Agentes de los Mossos d’Esquadra han detenido a un hombre de 41 años y vecino de L’Hospitalet de Llobregat acusado de delitos contra el respeto de los fallecidos, daños y hurtos. Fuentes de la investigación sostienen que el tipo habría actuado durante dos noches, que le bastaron para acometer una retahíla de desperfectos, valorados en unos 21.000 euros, en tumbas, lápidas y objetos de decoración, según avanzó ayer el diario El Punt.

La forma de actuar del sospechoso era siempre idéntica: aparcaba su furgoneta en los aledaños del cementerio de la calle Menéndez Pidal de la ciudad, se adentraba en las instalaciones y rompía el cristal de los nichos para apropiarse del acero que los rodea.Tras llevar a su vehículo el material acumulado, lo vendía como chatarra. La denuncia de una familia afectada por robos en tumbas alertó a las fuerzas policiales. Hace una semana, un dispositivo policial en torno al cementerio permitió a los agentes sorprender in fraganti al presunto ladrón. El hombre, de etnia gitana, ya contaba con antecedentes policiales similares: sobre todo por robo de cable de cobre, que luego vendía como morralla. Tras ser detenido y pasar a disposición judicial, el sospechoso quedó en libertad con cargos.

Las dos noches en las que el detenido presuntamente destrozó tumbas en el cementerio municipal de L’Hospitalet son las del 7 de septiembre y el 3 de octubre. Mientras que en la primera incursión reventó 41 nichos, en la segunda resquebrajó otros 44. Sus indómitas acciones fueron detectadas semanas atrás por varios propietarios de nichos. La presentación formal de una denuncia permitió que efectivos de la Policía catalana desplegasen un dispositivo y detuviesen al delincuente.