Donostia. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha permitido la celebración el próximo sábado, 25 de octubre, de una concentración de La Falange española (FE) a la misma hora y a escasos 200 metros del lugar donde el tripartito (PNV, EA y EB) y Aralar tienen programado leer el manifiesto que pondrá fin al acto en favor del derecho a decidir y en protesta por la prohibición de la consulta que estaba prevista para ese mismo día.

El pasado 1 de octubre, el departamento vasco de Interior prohibió esta concentración convocada por el partido de ultraderecha en Vitoria, bajo el lema La unidad de España ni se vota ni se negocia , así como otras dos movilizaciones previstas en la capital alavesa y en Bilbao con motivo del Día de la Hispanidad.

El departamento dirigido por Javier Balza adoptó esta medida cautelar para evitar que estos actos derivasen en graves incidentes de orden público, tal y como ha sucedido cada vez que esta organización ha promovido manifestaciones.

A pesar de que los tribunales confirmaron con anterioridad la prohibición dictada por Interior de los dos actos convocados para el día 12 por La Falange y otra organización de extrema derecha, el alto tribunal vasco, en esta ocasión, ha hecho caso omiso a las advertencias de la Ertzaintza, desautorizando a sus responsables, que tienen veinte de días de plazo para interponer un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

Fuentes del Gobierno Vasco consultadas por este periódico ni confirmaron ni desmintieron ayer la posibilidad de recurrir el fallo del TSJPV, pero de hacerlo el Tribunal Constitucional tendría que pronunciarse antes del 25 de octubre.

juez de dudosa imparcialidad La Sala de lo contencioso-administrativo, presidida casualmente por el magistrado Juan Luis Ibarra Robles, apartado del caso Ibarretxe por su falta de imparcialidad al pertenecer al consejo editorial de la revista Papeles de Ermua , no ha tenido en cuenta los argumentos del departamento de Interior, que advirtió durante la audiencia celebrada el pasado martes, de que de mantenerse la concentración del 25 de octubre, La Falange “conseguiría su objetivo final de generar enfrentamientos, tensión y desórdenes públicos, lo que conllevaría, sin duda, un grave riesgo, tanto para los participantes” en ella como para terceros.

Asimismo, agregó que “considerando, dada la experiencia, que cualquier planificación policial resultará insuficiente para abortar dichos enfrentamientos” sería oportuno prohibir la concentración.

La misma Sala, que casualmente permitió la manifestación del pasado 12 de octubre de 2007 en la que se produjeron “los más graves incidentes de orden público de los últimos años”, en palabras de la Ertzaintza, ha prevalecido el derecho de reunión de La Falange pese al alto riesgo de altercados.

Según argumenta el TSJPV, deben existir “razones fundadas” de alteración del orden público para prohibir un acto y no “meras sospechas”. Además, recuerda a Interior su obligación de adoptar “medidas preventivas dirigidas a impedir la presencia de contramanifestantes en el lugar de la concentración” o a “neutralizar” el empleo por personas situadas en el lugar de “medios susceptibles de generar daños sobre las personas o bienes”.

Así, el próximo sábado, día 25, el tripartito y Aralar celebrarán su acto en la plaza de España y La Falange, en la plaza de la Provincia, ambas a partir de las 13.00 horas.