Diez millones de hispanos podrán votar en los comicios de noviembre. Analistas auguran que en Colorado, Nevada, Florida y Nuevo México, donde la votación será cerrada, los votantes latinos serán clave.

Estados Unidos asistió ayer al último debate entre John McCain y Barack Obama. A menos de 20 días de las elecciones, el primero de ellos espera revertir la corriente a favor que el segundo lidera desde hace varias semanas.

Pocas horas antes del último debate, en la Universidad Hofstra, en Nueva York, Jorge Mursuli, director de Democracia USA, una organización no partidaria encargada de registrar nuevos votantes hispanos, auguraba una participación récord de la comunidad latina en esta elección.

“Tenemos ahora 10 millones de votantes hispanos que en esta elección cambiarán el escenario político”, señalaba Mursuli.

Además, daba cuenta de que al cierre del plazo para inscribir nuevos votantes, el martes pasado en la mayoría de estados, su organización había inscrito a más de 138,000 nuevos electores, un número que representa el 1% del pastel electoral.

Latinos serán clave

Sin embargo, en los estados donde la votación será cerrada, su campaña por nuevos votantes latinos ha sido exitosa. Tanto los estrategas demócratas como republicanos definieron a Colorado, Nevada, Florida y Nuevo México como cuatro estados indispensables para ganar los comicios el 4 de noviembre próximo.

Así, en Florida, la campaña de Democracia USA registró un incremento del 6% en el número de votantes hispanos; en Nevada, el 11%; en Pensilvania, 10%; y en Nueva Jersey, el 6%.

“En todos esos estados será muy difícil que cualquiera que gane lo haga sin un significativo apoyo latino”, señalaba además el encuestador Sergio Bendixen.

Según Mursuli, el creciente ambiente antiinmigrante, que los latinos interpretan en un contexto más amplio como un desprecio y un ataque a su cultura, independientemente de su estado migratorio, podría ser una motivación por la cual los hispanos planean acudir a las urnas.

Por su parte, Bendixen reveló ayer una encuesta que, según él, daba respuestas de porqué se espera una participación hispana récord en esta elección, esa motivación ha cambiado.

De acuerdo con la encuesta, el asunto que más preocupa a los votantes latinos es la economía, en particular la subida de los precios y la inhabilidad de encontrar trabajos bien pagados. “La inmigración fue el asunto que motivó en un inicio el aumento de los registros de votantes, pero a medida que la campaña avanzó, al igual que la mayoría de estadounidenses, los hispanos comenzaron a darle cada vez más atención a otros asuntos, como la economía”, según Bendixen.

En segundo lugar, los latinos están preocupados por el alto costo del cuidado médico, en particular porque es el grupo étnico menos cubierto por un seguro médico en EUA.

En tercer lugar, los latinos se mostraban más preocupados por la educación, en particular el alto costo de ir a la universidad. En cuarto lugar está la guerra en Iraq, en particular el traer las tropas de regreso al país e invertir el gasto militar en cuestiones domésticas. El alto costo de los combustibles y la obtención de energías más limpias y baratas está en sexto lugar de las preocupaciones. La pérdida del valor de las propiedades, en particular de las casas es la sexta preocupación más grande.

“Se habla mucho de la pérdida de hogares, pero dentro de los preocupados por el tema de vivienda, la primera preocupación es la pérdida del valor de sus casas, que para los latinos es su única o su más grande inversión”, dijo Bendixen.

El asunto migratorio, en particular la aprobación de una reforma migratoria integral caía al séptimo lugar de las preocupaciones entre los votantes latinos.

La encuesta de Bendixen no preguntó la preferencia electoral de los votantes hispanos, pero otras consultas, como la del Centro Hispano Pew, realizada en julio pasado, daba cuenta de que cerca del 58% de los hispanos consultados apoyan al Partido Demócrata.