La UEFA aplaza su escarmiento al Atlético

El Gobierno español encabeza las críticas al máximo organismo del fútbol europeo por su censura a la Policía española y el «injusto» cierre del Calderón, que finalmente acogerá el duelo de Champions ante el Liverpool

El Correo, JON AGIRIANO Bilbo , 16-10-2008

La UEFA decidió ayer tarde aplazar la sanción de dos partidos de clausura del Calderón y la multa de 150.000 euros que ha impuesto al Atlético de Madrid a causa de los incidentes ocurridos el pasado 1 de octubre durante su partido de la Champions ante el Olympique de Marsella. El hecho de que el club colchonero hubiese vendido ya más de 50.000 entradas para su esperado duelo ante el Liverpool y que 3.000 aficionados del equipo inglés tuvieran ya contratado su viaje a Madrid ha convencido al máximo organismo del fútbol europeo de que mantener la sanción para la próxima semana y obligar por tanto al Atlético a jugar a 300 kilómetros de su campo podría provocar un serio problema, incluso de orden público. Mejor esperar, por tanto.
Esta concesión de la UEFA, sin embargo, no sirvió para aplacar la indignación con la que se vivió la sanción. O, más que la sanción en sí, el hecho de que el máximo organismo del fútbol europeo la justificara aduciendo que la Policía Nacional había tenido una «actuación abusiva y desproporcionada». Esta crítica activó entre la clase política española y los dirigentes del fútbol todos los resortes defensivos que se tienen reservados para los ultrajes y los ataques procedentes del extranjero.
José Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto enviar una carta de queja al máximo mandatario de la UEFA, el francés Michel Platini. En esta misiva, Zapatero no sólo defenderá la actuación de la Policía durante el partido sino que defenderá la seguridad de los estadios españoles, puesta en cuestión por Platini en una carta que le envió a La Moncloa el 6 de octubre. Ayer, a la salida del Congreso, el presidente del Gobierno se detuvo unos segundos ante los periodistas y aseguró que en este asunto respaldaba al Atlético y a la Policía. Es más, el Ejecutivo está realizando gestiones para que el organismo internacional levante el castigo.
«Atraco injusto»
A Zapatero le siguieron en sus declaraciones contra la UEFA dos ministros de su gabinete, Mercedes Cabrera y Miguel Sebastián. El titular de Industria fue el más vehemente. Su tono de hincha dolido causó cierta sorpresa. Sebastián calificó la sanción de «atraco tremendamente injusto» y aseguró que está «a muerte» con el club colchonero. «Creo que el Atlético no se merece esto y quiero que todos sus seguidores sepan que tienen todo mi apoyo a muerte», comentó. Más comedida ante los micrófonos, Mercedes Cabrera se limitó a declarar que la sanción le parecía «excesiva» y que confía en que el recurso del Atlético «tenga éxito».
En este recurso, cuyo recorrido es una incógnita, se encuentra ahora el foco de atención. Será decisivo para que el Atlético pueda evitar esta sanción tan dura. Los abogados del club tendrán que hilar muy fino Y es que la UEFA no sólo está convencida de sus razones sino que lleva tiempo queriendo dar un escarmiento al fútbol español, al que ve como un territorio donde los incidentes de orden público, los insultos racistas y la exhibición de simbolos fascistas en los partidos siempre acaban quedando impunes.
Ayer mismo, horas antes de que se anunciara el aplazamiento de la sanción, William Gaillard, director de comunicación del máximo organismo del fútbol continental, se reafirmó en la justicia del castigo impuesto. Gaillard informó de que la UEFA tiene testigos y pruebas presenciales de los dos grandes ‘delitos’ que se cometieron en el estadio. El primero de ellos es que la Policía tuvo una actuación injustificada cuando, olvidándose de las numerosas banderas prohibidas que exhibían los ultras del Atlético, se empeñó en retirar una bandera pirata que habían colgado los hinchas del Olympique. Esta acción fue el detonante de unos incidentes que provocaron varios heridos, entre ellos cuatro agentes del orden.
Insultos racistas
El segundo ‘delito’ no fue otro que los insultos racistas a los jugadores del Olympique Mandanda y Taiwo, sobre todo a este último cuando estuvo a punto de lesionar a Agüero. A este respecto, Gaillard no dudó en leer ayer la cartilla al presidente del Atlético, Enrique Cerezo, que el martes aseguró que la UEFA había confundido lamentablemente lo que eran cánticos de apoyo al Kun con la imitación de los gritos de los monos con la que los descerebrados suelen intentar herir a los futbolistas negros. «Sabemos cómo suenan. No los confundimos con el Kun, Kun, Kun. Los delegados de la UEFA tienen gran experiencia en esto», zanjó Gaillard, que no acertó a explicar por qué el árbitro del partido, el noruego Tom Henning, no reflejó en su acta ningún incidente xenófobo.
El recurso del club madrileño será apoyado por el Ministerio del Interior, que ayer mismo decidió enviar a la UEFA el informe policial completo de los sucesos registrados en el Vicente Calderón, así como las imágenes de los altercados que fueron captadas por las cámaras de televisión y de seguridad del estadio. En estas imágenes, según fuentes policiales, se observa a hinchas franceses encendiendo bengalas, escupiendo a los aficionados españoles de la tribuna que tenían debajo de la suya y agrediendo a los agentes de seguridad. A juicio del Cuerpo Nacional de Policía, en este vídeo se demuestra que la actuación de los agentes fue «correcta y ajustada». De la misma opinión es la delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, que la calificó de «proporcional, correcta y necesaria para reprender la represión de los radicales» del Olympique.

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