PARÍS. El gobierno francés decidió cancelar inmediatamente todo partido de fútbol en el que haya silbidos contra «La Marsellesa», como los de la víspera en el amistoso Francia-Túnez, que provocaron una tormenta política y la intervención del presidente Sarkozy.
El himno nacional francés fue abucheado por parte de los 60.000 espectadores presentes en el Stade de France, de los que la inmensa mayoría eran tunecinos de nacimiento o de origen.
Sarkozy consideró «escandaloso» lo sucedido y convocó al presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Jean-Pierre Escalettes, a una reunión en el Palacio del Elíseo en la que le anunció que todo partido en el que el himno nacional francés sea silbado en el futuro, «será inmediatamente cancelado», los ministros presentes abandonarán el estadio y se suspenderán los amistosos con el país contra el que se juegue el encuentro.
Escalettes denunció también que el himno fuese silbado pero apuntó que una anulación de este tipo requería «garantías de seguridad» por los incidentes que una decisión así podría acarrear. Ante este comentario, Sarkozy le dijo que «el Estado se hará cargo».
Lo sucedido en este Francia-Túnez levantó una oleada de indignación en todos los partidos políticos franceses.
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