El 42% de los embarazos que se producen al año en Barcelona – – tanto los que llegan a término como los abortados – – no han sido planificados, es decir, se desarrollan sin que la pareja lo hubiera decidido, según un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). El 25% de las gestaciones registradas anualmente en la ciudad acaban en aborto, lo que supone una media anual de 4.400 interrupciones, añade el informe de la ASPB. Estas proporciones que apunta la investigación, presentada ayer en Girona en la reunión de la Sociedad Española de Epidemiología, son extrapolables al resto de Catalunya, según informó Gloria Pérez, técnica de la agencia.
Otro dato significativo del estudio es que el 34% de las mujeres que interrumpen voluntariamente la gestación ya lo habían hecho en alguna otra ocasión y, de ese colectivo, el 10% había abortado en los 12 meses anteriores. Los especialistas atribuyeron este fenómeno al incremento de población inmigrante y a la falta de educación, por lo que abogaron por mejorar la información y el acceso a los métodos anticonceptivos. La mayoría de los abortos se producen en mujeres de entre 20 y 34 años.
La falta de previsión en el 42% de los embarazos refleja un claro fracaso en las políticas de planificación familiar, comentó el doctor Ramon Carreras, responsable del área de Obstetricia del Hospital del Mar de Barcelona, uno de los centros que atienden más gestaciones en Catalunya. “El porcentaje de embarazos no planificados es altísimo – – afirmó Carreras – – . Supone que casi una de cada dos gestaciones sucede sin que la pareja tenga control sobre el acontecimiento. Es un dato muy mejorable, que se debería tener en cuenta”.

POCOS RECURSOS
El perfil socioeconómico de las embarazadas que abortan responde al de las mujeres más desfavorecidas, con pocos recursos y que apenas tienen formación o solo cursaron estudios primarios.
“La inmigración ha mejorado la tasa de fecundidad, pero también ha hecho aumentar los abortos. Eso se da especialmente entre las mujeres llegadas de países de Centroamérica y Suramérica”, explicó Pérez. La tasa de españolas que abortan al año en Barcelona es de 7,7 por cada mil, mientras que la de las mujeres originarias de Bolivia que interrumpen la gestación es de 58,1 por mil, seguidas de las de Ecuador (33,8).
“Creemos que las mujeres que repiten varios abortos no tienen un buen acceso a los anticonceptivos orales – – añadió Pérez – – , y nos parece que no hay un buen seguimiento tras esos abortos. Los consejos de planificación familiar posteriores a la interrupción del embarazo no se están haciendo de forma correcta”. En este colectivo también hay mayoría de inmigrantes, con predominio de rumanas.