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MADRID.— El técnico mexicano Javier Aguirre no podrá salir a la banca en los dos próximos partidos del Atlético de Madrid en la Champions League, al ser suspendido por la UEFA tras insultar a un jugador contrario, además que el organismo sancionó al estadio Vicente Calderón por dos encuentros, más otro condicionado, por los insultos racistas y los disturbios registrados el 1 de octubre durante el encuentro de Liga de Campeones ante el Olympique de Marsella.

La UEFA decidió castigar con dos cotejos al Vasco por llamar “hijo de puta” y “cabrón” a Mathieu Valbuena, del Marsella, al minuto 36 del partido, por lo que no podrá estar en la banca en los próximos dos encuentros de la Champions.

El conjunto francés denunció al técnico mexicano utilizando como prueba, las cámaras de televisión.

Aguirre se perderá los duelos ante el Liverpool, de Inglaterra, el próximo miércoles 22 en sede por definir, ante la sanción de dos partidos de veto al Vicente Calderón, y el 4 de noviembre en Anfield Road, casa de los Reds.

La UEFA anunció la sanción ejemplar para el Atlético de Madrid por medio de su portavoz, William Gaillard, por haber cometido una “falta de respeto” hacia la política de este organismo, que aboga por una “tolerancia cero” hacia las conductas violentas o racistas.

“Se registraron múltiples cánticos contra jugadores que no eran blancos a lo largo de todo el partido y también hubo problemas con seguidores con minusvalías que compraron su entrada y no se les acomodó en áreas con visibilidad”, señaló Gaillard.

Sobre este hecho se acusó a la policía de Madrid del incidente, la cual se defendió más tarde.

La intervención de los antidisturbios contra los hinchas del Marsella se produjo “a petición del delegado de la UEFA, que solicitó la retirada de una pancarta de contenido xenófobo que portaban los aficionados franceses”, señalaron fuentes policiales.

En el momento en el que los agentes se disponían a cumplir sus instrucciones, algunos seguidores del Olympique reaccionaron violentamente y comenzaron a atacar a los miembros de los servicios de seguridad del Atlético y a la policía, la cual ha calificado su intervención como “correcta” y “ajustada a la respuesta necesaria ante el violento comportamiento de los franceses”.

 
 

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