CARLOS NOVO – Madrid
Las malas noticias se acumulan sobre los estadios madrileños, en el ojo del huracán del fútbol europeo por su permisividad hacia las prácticas racistas de sus hinchadas más radicales. Si el lunes era la Federación Inglesa la que se situaba en las portadas por su veto al Santiago Bernabeu para un nuevo amistoso España-Inglaterra, ayer era la Comisión de Control y Disciplina de la UEFA la que saltaba a la palestra para clausurar el Vicente Calderón por dos partidos, más un tercero condicionado al buen comportamiento del Atlético los próximos cinco años, por los incidentes con la hinchada y equipo francés en el partido Atlético-Marsella de la Liga de Campeones del pasado 1 de octubre, sucesos que suponen distintas infracciones al nuevo código de tolerancia cero con la xenofobia que propugna la administración de Platini.

La sanción de la UEFA acarrea también una multa de 150.000 euros al club rojiblanco y dos partidos de suspensión para su técnico, el mexicano Javier Aguirre, por sus insultos racistas al jugador del Marsella Valbuena.

El Atlético apelará, para lo que tiene de plazo hasta el viernes al mediodía, pero a la vista de los precedentes parece poco probable que la UEFA revoque la sanción. En principio, los rojiblancos tendrían que jugar a 300 kilómetros de Madrid sus dos próximos partidos de Champions, ante el Liverpool (el próximo miércoles día 22) y ante el PSV Eindhoven (26 de noviembre).

La resolución supone un enorme problema para el club colchonero, que tenía ya todo el estadio vendido (55.000 personas) para el recibimiento a Fernando Torres con la camiseta de los reds.Barcelona, Sevilla y Valencia son las únicas ciudades españolas con un estadio con infraestructura suficiente para acoger a los rojiblancos. Sin embargo, ayer tarde, Enrique Cerezo, se empeñaba en desdramatizar la situación. “Contra el Liverpool jugaremos en el Calderón, no consideramos otra cosa. Si la UEFA tiene un problema, que lo solucione”. Joan Laporta se puso en contacto con Cerezo en una llamada de cortesía y se puso a disposición de lo que necesitara el Atlético.

En un comunicado, la UEFA fundamenta la sanción en “la mala organización del partido y en la conducta impropia de los seguidores del Atlético”. William Gaillard, portavoz del citado organismo, señala: “El comportamiento de la policía española (que golpeó con saña a los radicales del Olympique una vez que en los prolegómenos del partido estos hubieran arrancado gran número de asientos y golpeado a los vigilantes de seguridad contratados por el club) no es aceptable y ya antes habíamos tenido problemas con la policía española y lo habíamos advertido por escrito”.

El portavoz de la UEFA señala que hubo abucheos a los jugadores negros del Marsella y que se ubicó en zonas sin visibilidad a aficionados discapacitados franceses que iban en silla de ruedas.

El Atlético refuta todas las acusaciones y presenta como prueba el acta arbitral, en la que no se citan los incidentes. La policía hizo pública ayer una nota para justificar su actuación. El club colchonero considera que el comportamiento de su hinchada y de la policía fue correcto, todo lo contrario del de los seguidores del Marsella, que provocaron disturbios fuera y dentro del campo.

¿Deben aumentarse las medidas de seguridad en los estadios de fútbol? www. lavanguardia. es/ encuestas