LLUÍS URÍA – París. Corresponsal

Decepción entre el centenar de vecinos que iban a participar como extras junto a John Travolta
La quema de coches se ha convertido, desde hace años, en una suerte de deporte nacional en los barrios marginales de las ciudades de Francia. No hace falta esperar a que se produzca una revuelta general en las banlieues como la del otoño del 2005. Sin que suceda nada anormal, decenas de vehículos son destruidos por el fuego, por pura diversión, las noches del fin de semana y en las fiestas de guardar: nada menos que 600 coches fueron calcinados el pasado 14 de Julio en todo el país, por recurrir a un ejemplo reciente.

El incendio de una decena de vehículos la madrugada del pasado lunes en la ciudad de Montfermeil, al nordeste de París, podría inscribirse en esta dinámica.

Sin embargo, las características del suceso le confieren un halo particular. Primero, porque los coches habían sido aparcados por la productora del laureado director de cine francés Luc Besson, EuropaCorp, para el rodaje de la película de espionaje From Paris with love.Y segundo, porque los responsables del filme – protagonizado por John Travolta y Jonathan Rhys Meyers, dirigido por Pierre Morel y escrito por el propio Besson- han decidido suspender cautelarmente el rodaje.

Y quién sabe si abandonarlo definitivamente. Así lo ha dado por hecho, al menos, el alcalde de Montfermeil, Xavier Lemoine, quien expresó su “profunda decepción” por la “anulación” del rodaje, que – dijo- la productora justificó por motivos de seguridad. “Ha sido una decisión abrupta”, prosiguió: “Los coches quemados… Esto es Sena-Saint-Denis. Vivimos con esto. Si uno viene aquí, tiene que asumir los riesgos, esto no es el Club Med”.

La decepción se apoderó asimismo del centenar de vecinos que habían sido contratados para actuar como extras en la película y que aspiraban a codearse a partir del lunes, ni que fuera marginalmente, con una estrella de Hollywood del calibre del protagonista de Fiebre del sábado noche y Pulp fiction.“Era un sueño de niña, un regalo del cielo que se ha esfumado”, contaba una de las figurantes, Moussba Harb, de 43 años, asistente familiar y madre de cuatro hijos, que vio el incendio desde la ventana de su casa hacia las dos de la madrugada: “Al principio creí que habían empezado el rodaje… y luego comprendí que todo se había jodido”.

Luc Besson, autor de películas de éxito como El quinto elemento y uno de los pocos productores europeos capaces de mover presupuestos de gran calibre, siempre se ha sentido comprometido con la banlieue.Durante el pasado festival de Cannes, organizó una especie de festival popular paralelo en una decena de ciudades de la periferia de París, y es en una antigua central térmica de Saint-Denis donde proyecta construir su futura ciudad del cine. No sorprende, pues, que decidiera, para su nueva película, desplazar las cámaras a Les Bosquets, en Montfermeil.

Colindante con Clichy-sous-Bois, la conflictiva barriada de Les Bosquets – de cinco mil habitantes- constituye un ejemplo de gueto social y económico de los que se alzan en la periferia SEBA / EFE de París. En el 2005, fue junto a Clichy el foco originario de la violenta revuelta de las banlieues.

La productora había contratado a algunos jóvenes de la barriada para reforzar la seguridad del rodaje y garantizar su cooperación. Una práctica habitual, al parecer, para evitarse problemas. Pero las cosas se torcieron: el pasado fin de semana trascendió que algunos de estos jóvenes, enterados del presupuesto de la película – 38 millones de euros-, reclamaban un aumento sustancial de su remuneración. El incendio de los coches del rodaje puede ser, pues, un aviso. O un elemento de negociación.