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BARCELONA. Los centros penitenciarios catalanes ya acogen a 10.039 presos, y superan así la barrera de los 10.000 que el departamento de Justicia preveía alcanzar a finales de 2008 en base a los incrementos registrados en los últimos años, según informó ayer el departamento que dirige la consellera Montserrat Tura. Sin embargo, el «crecimiento constante» del número de internos que se registra desde el año 2000 ha superado las previsiones iniciales y ya hay casi 100 reclusos más de los previstos.

Tan sólo durante el primer semestre del año, se produjo un aumento del 4,78 por ciento, casi cuatro puntos más que el aumento de la población general. A mediados del pasado mes de julio, en la presentación del Boletín Penitenciario correspondiente a los primeros seis meses de 2008, Montserrat Tura ya alertó de que si continuaba el ritmo de crecimiento actual, la entrada en funcionamiento del Centro de Jóvenes de Quatre Camins y del de Lledoners (Barcelona) «difícilmente» ayudaría a paliar el déficit de plazas penitenciarias que sufre el sistema y que entonces era de 1.045. En este momento, el déficit es de 1.239 plazas, puesto que las prisiones cuentan con 8.800 y la población reclusa ascendía ayer a 10.039 personas.

Con el fin de descongestionar las prisiones y sustituir los centros antiguos, la Conselleria de Justicia puso en marcha el Plan de Equipamientos Penitenciarios, que prevé crear 6.500 nuevas plazas. Para ello, durante esta legislatura se licitarán el centro de Preventivos de la Zona Franca de Barcelona; el de El Catllar, en Tarragona; el de Mujeres de Cataluña, en Sant Llorenç d´Hortons (Barcelona), y el de Els Plans, en Tàrrega (Lleida).

Por el momento, ya se ha inaugurado la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), en 2007, y la de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), entrará en funcionamiento a finales de este mes con 750 plazas para adultos penados.

Próximamente, también se abrirá el Centro de Jóvenes de Quatre Camins, en La Roca del Vall_s (Barcelona), y sigue en marcha la construcción de la prisión de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), que debe sustituir las actuales cárceles de Girona y Figueres.

Pese al constante incremento de la población reclusa, la consellera se mostró confiada, en julio, de que dicho crecimiento se estabilizará como ocurre con la población general, aunque por el momento España es el país de la Unión Europea de los 15 con más presos por cada 100.000 habitantes, con 161; Cataluña tiene 137.

Aumento del 4,78%

Durante los primeros seis meses del año, la población reclusa aumentó un 4,78 por ciento, hasta los 9.845 internos, mientras que la población catalana creció sólo un 1,06 por ciento. También creció el número de presos inmigrantes, hasta los 4.030, por lo que ya representan el 40,9 por ciento de los internos, mientras que en 2001 suponían sólo el 24,4 por ciento. La mayoría procede del Magreb (35,6 por ciento) y de Sudamérica (27,3 por ciento).

El perfil sociodemográfico es el de un preso de entre 31 y 40 años condenado por delitos contra el patrimonio – como robos – o contra la salud pública, a una media de ocho años y dos meses. Cada recluso tiene un coste medio de 66 euros al día, tres euros más que hace tan sólo un año.