Marruecos está desde ayer mucho más cerca de Europa. El estatuto de asociación avanzado aprobado en el Consejo de Luxemburgo convierte al país norteafricano casi en miembro virtual de la UE. Pasará a disfrutar de un marco extraordinario de relaciones políticas, económicas y sociales con la Unión, y tendrá acceso a determinados programas comunitarios. El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, quien no podía esconder su satisfacción, aseguró que «es un gran día para Marruecos, España y la UE», porque el acuerdo «va a abrir la puerta a una privilegiada relación» con el reino alauí que le permitirá acceder a «todo, menos a las instituciones» europeas.

Desde la entrada en vigor del convenio de asociación en 2000, Marruecos ha querido dar prueba de su opción estratégica de aproximación a Europa y ha solicitado este estatuto avanzado. En tal aspiración ha contado con el apoyo de España, que ha sido el principal país impulsor, junto a Francia y Portugal. Posteriormente, en julio de 2007, la UE y Rabat decidieron establecer un grupo de trabajo para examinar los medios que permitieran reforzar las relaciones entre ambas partes. Este grupo elaboró propuestas detalladas ratificadas por el Consejo de Asociación de ayer.

Hoja de ruta

Las medidas refrendadas componen una hoja de ruta ambiciosa para los años venideros que deberán ser aplicadas – aún sin fecha concreta – por las distintas instituciones elegidas. El nuevo estatuto de asociación avanzado incluye, en lo político, la celebración de cumbres bilaterales, reuniones ministeriales, y acuerdos de cooperación variados. En la dimensión económica, se recoge la aspiración marroquí de poner en marcha un «mecanismo conjunto» para elaborar un repertorio de disposiciones legislativas y reglamentarias con el objetivo de integrarse en el mercado interior de la UE.

Se prevé la conclusión de un acuerdo de libre cambio «profundo y global»; diversas acciones en materia de cooperación económica, social y energética y mejorar las conexiones marroquíes con la red transeuropea de transporte marítimo, aéreo y terrestre. Además, se reforzarán los vínculos entre organizaciones de la sociedad civil, entidades territoriales, y se fomentará la presencia de Marruecos en programas de investigación y educación.

También se contempla que Rabat empiece a colaborar con la Agencia Europea de Seguridad Aérea, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, las oficinas europeas de cooperación judicial y policial (Eurojust y Europol) y las agencias de Medio Ambiente y Seguridad Marítima. Desde el punto de vista financiero, se emprenderá un estudio conjunto, de cara a 2013, sobre el posible acceso de Marruecos a medios comunitarios, en una lógica de política regional y de cohesión con la UE.

Convenio migratorio

Las dos partes prevén cerrar, asimismo, el acuerdo migratorio que están negociando. El ministro marroquí de Exteriores, Taieb Fasi Fihri, recalcó el compromiso de su país a regular los flujos de emigrantes con la UE en función de las necesidades económicas europeas. Y destacó que su país está «muy feliz» por ser el primero en acceder a este nuevo mecanismo, y lo consideró una prueba de «confianza» por parte de la Unión en la evolución política y económica marroquí.

Benita Ferrero – Waldner, comisaria europea de Relaciones Exteriores declaró que «la Comisión ha hecho un gran esfuerzo para satisfacer las expectativas de Marruecos y apoyar su proceso de modernización y transición democrática».