Impresiones

Inaceptable condición, innegable problema

El Mundo, 14-10-2008

La federación inglesa de fútbol ha pedido disputar un partido amistoso con la selección española, pero pone una condición: que el encuentro no se celebre en el Bernabéu. Los británicos justifican esta petición tan extraordinaria en «los ataques racistas» de los que fueron víctimas sus jugadores en el partido que jugaron ambas selecciones en 2004. Los hechos ocurridos en el estadio madridista, en los que una minoría insultó e hizo gestos de tinte claramente racista – imitando el sonido de los monos – contra jugadores como Wright – Phillips y Cole, supusieron una multa para la Federación Española. Las protestas contra España llegaron incluso del entonces primer ministro, Tony Blair. Los incidentes se produjeron semanas después de que Luis Aragonés llamara «negro de mierda» a Thierry Henry. La Federación hace bien en no aceptar que otro país le imponga el escenario donde disputar un partido. Ahora bien, este asunto encierra una lección: no se puede minimizar el lógico impacto que determinados comportamientos tienen, por minoritarios que sean, en países más sensibilizados con este asunto. Ocurrió también con los insultos a Hamilton en Montmeló, que provocaron un comunicado de repulsa de la Federación Internacional de Automovilismo. Y ocurrió también con el inocente gesto de los jugadores de la selección de baloncesto de achinarse los ojos, con ocasión de los Juegos Olímpicos. Así pues, tenemos un problema que hay que saber remediar.

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