Jörg Haider, el líder que resucitó a la ultraderecha en Austria, vivió peligrosamente y así murió ayer al perder el control del coche en el que viajaba de noche tras abandonar una fiesta en un cabaret. Con su desaparición se abre una gran incógnita en el futuro de la extrema derecha de su país. Todo hace pensar que la Alianza por el Futuro de Austria, formación que él fundó en 2005 tras sus peleas internas en el llamado Partido de la Libertad, sufrirá muchas bajas con la pérdida de su carismático líder. No podía expresarlo ayer con mayor crudeza y candidez su portavoz: «Para nosotros es como el fin del mundo». Sin embargo, eso no significa que el porvenir de la extrema derecha en Austria sea aciago. Quizá todo lo contrario. Desaparecido Haider, lo más probable es que sus votantes acaben refugiándose en el único partido poderoso que sigue abanderando el euroescepticismo y el sentimiento contra los inmigrantes, ese Partido de la Libertad liderado ahora por Heinz – Christian Strache, quien ayer ya tuvo palabras de elogio para su otrora adversario. En las pasadas elecciones del 28 de septiembre, ambos partidos acapararon el 29% del voto y, lo que es más importante, un tercio del electorado joven. Sin embargo, sus perspectivas de entrar en el Gobierno eran prácticamente nulas debido a la rivalidad personal entre ambos políticos. Desaparecido ese obstáculo, lo más probable es que Strache acabe fagocitando la formación de Haider, lo que daría a la extrema derecha una mayor fortaleza.