Los paramilitares incineraron en dos hornos a cientos de colombianos

El Mundo, 07-10-2008

Un ex jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) admitió ante la Fiscalía que su organización incineró en dos hornos a un centenar de víctimas para que fuera imposible encontrar sus restos. Radio Caracol señaló ayer que fue Iván Laverde, alias El Iguano, el autor de la confesión. Se trata de uno de los jefes del llamado Bloque Catatumbo que operaba en una zona fronteriza con Venezuela y que ahora está detenido en la localidad de Itaguí, en el noroeste del país, informa DPA.


Laverde dijo que su grupo decidió destruir las evidencias para dificultar futuras acciones judiciales, ante la posibilidad de que fueran encontradas las fosas comunes donde habitualmente los paramilitares sepultan a sus víctimas. Según el jefe paramilitar, el primer horno se construyó en 2001 en las afueras de la población de Villa del Rosario, en el noreste del país, donde fueron incinerados 28 cadáveres. En 2003 se construyó otro horno en la misma zona, donde se acabaron más de 70 cuerpos.


En septiembre del año pasado se conoció que El Iguano confesó ante la Fiscalía el asesinato de unas 2.000 personas por parte del Bloque Catatumbo, uno de los más sanguinarios de las AUC.Cerca de 32.000 miembros de este grupo armado se desmovilizaron entre 2003 y 2006 en el marco de un proceso de negociaciones con el Gobierno colombiano de Alvaro Uribe. Algunos ex jefes de las AUC han relatado casos asombrosos, como el desmembramiento de centenares de víctimas. Un ex paramilitar contó que tras una masacre cometida en el norte del país, su grupo decapitó a varias personas y «jugó al fútbol» con sus cabezas.

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