El vuelo con un centenar de inmigrantes gambianos que fue rechazado en el aeropuerto de Banjul y tuvo que regresar el día 19 del presente mes a Las Palmas con los 101 africanos que iban a ser repatriados no ha sido el único que ha tenido que volver por las mismas causas al aeropuerto de Gando, tal y como ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras de los hechos de primera mano.

En concreto, a las 23:00 horas del 20 del pasado mes de agosto, el mismo día de la tragedia de Barajas, un vuelo regular regresó desde Mauritania hasta el aeropuerto de Las Palmas con un grupo de inmigrantes que fueron rechazados por su país, a pesar de haberse finalizado los trámites para su repatriación.

En esta ocasión, los inmigrantes volaban en un vuelo regular, procedente y con destino Las Palmas, como muestra la fotografía, pero bajaron del avión por la escalera de cola, custodiados por policías, que se encargaron de trasladarlos hasta el centro de Barranco Seco.

Según fuentes diplomáticas conocedoras de los hechos, algunos países africanos han manifestado su protesta a España por la forma en que se realizan las repatriaciones. En primer lugar, su descontento es porque son masivas, y los jóvenes africanos no ven con buenos ojos la devolución de cientos de africanos al mismo tiempo.

Otra de las razones se refiere a que, en concreto, Gambia se queja de que el Gobierno español había prometido que construiría una escuela de formación profesional en el país, pero, a pesar de haber comenzado las obras, se ha quedado parada e inconclusa, junto con una promesa de entregar tres millones de euros, por lo que el Gobierno gambiano entiende que “España promete, pero no cumple”, según las mismas fuentes.

En su opinión, España sólo ha cumplido sus compromisos con Senegal, donde sí se ha construido una escuela de formación profesional para jóvenes y también se ha formalizado la ayuda para un pueblo pesquero, aunque “el Gobierno español también se apunta las iniciativas privadas”.

Asimismo, otro de los argumentos alegados por los países africanos que rechazan las repatriaciones es que en los grupos seleccionados van ciudadanos de varios países, algo que sienta muy mal al gobierno que los recibe.

Esta fue una de las causas por las que el día 19 del presente mes regresó a Las Palmas un vuelo con 101 inmigrantes gambianos que iban a ser repatriados después de que las autoridades de su país no les permitieran desembarcar.

En esa ocasión, cuando el vuelo tomó tierra en el aeropuerto de Banjul, las autoridades gambianas no autorizaron el desembarco de sus nacionales, que viajaban custodiados por 117 policías.

Según fuentes policiales, la permanencia en el interior del avión, sin aire acondicionado, creó una situación muy tensa en el interior, pues los inmigrantes se pusieron muy nerviosos.

Los policías implicados pertenecían a la UIP, de la Brigada de Expulsiones, y a la Comisaría de Extranjería y Documentación.