Los sondeos en Austria auguran un ascenso ultra

El Periodico, PAOLA ÁLVAREZ, 28-09-2008

Austria afronta hoy unas elecciones cargadas de novedades y con pocos visos de traer soluciones. Tras el fracaso del Gobierno de coalición entre el Partido Socialdemócrata (SPÖ) y el Partido Popular, (ÖVP), que duró solo 18 meses, el desencanto campa a sus anchas y ha revitalizado a una extrema derecha que agonizaba tras las elecciones del 2006.
La ultraderecha, representada por el Partido Liberal (FPÖ) y la Alianza para el Futuro de Austria (BZÖ) – – el partido escindido del anterior y liderado por el carismático exlíder de los liberales, Jörg Haider – – podría volver a obtener más del 25% de los votos. Un resultado que, aunque repartido entre los dos partidos, recuerda al logrado por el partido de Haider en 1999 y supone un duro revés para quienes creían haber dejado atrás el tiempo de la ultraderecha.
Aunque las últimas encuestas apuntan a una ajustada victoria de los socialdemócratas con su nuevo líder, Werner Faymann, parece que ni estos ni los populares lograrán este año rebasar la barrera del 30%, algo que en el caso del SPÖ no ha ocurrido nunca. La desilusión ha disgregado el voto, beneficiando a los partidos pequeños, entre ellos el del populista Haider, que podría multiplicar por dos los resultados del 2006 y alcanzar el 8% de los votos.

ANTIEUROPEÍSMO Además, parece claro que los Verdes perderán su estatus de tercer partido más votado y serán superados por el FPÖ. Su nuevo líder, Heinz – Christian Strache, ha personificado el antieuropeísmo que se extiende por el país, en un ejercicio de populismo al que no se le ha acercado ni el mismísimo Haider. “La idea de salir de la Unión Europea es una locura”, dijo el líder del BZÖ, dejando claro que su intención es mostrar a un hombre más moderado del que se dio a conocer en el pasado. Su campaña se ha basado más en el populismo de andar por casa, con medidas sociales de impacto directo.
Hasta se ha retractado públicamente de su radicalismo en materia de políticas de inmigración y asilo. “Eran otros tiempos, quería sorprender”, declaró el viernes en Tagesspiegel. Aunque mantiene la esencia de su pensamiento de entonces: “Llamamos a las cosas por su nombre cuando nadie lo hacía. Ahora todos los gobiernos tienen esos temas sobre la mesa”.
A pesar de liderar fervientemente la campania de su partido y haber vuelto a las portadas de diarios nacionales e internacionales, Haider no abandonará su puesto como gobernador de Carintia, su feudo en el sur de Austria, por un escaño de diputado en Viena.
Se espera que mañana acuda a las urnas más de un 80% de los 6,3 millones de austríacos con derecho al voto, entre los que por primera vez se incluyen los jóvenes entre 16 y 18 años, convirtiéndose en los primeros europeos en votar con 16 años. Aunque cuando se publicaron los últimos sondeos, hace una semana, más de dos millones de ciudadanos seguían indecisos, hará falta más que una sorpresa para frenar el nuevo avance ultra en el país.

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