Cuando no llega para comer

Voluntarios de Nagusilan realizan estos días el reparto de lotes dealimentos entre las familias más necesitadas del municipio

Diario Vasco, MARÍA JOSÉ ATIENZA, 28-09-2008

irun. DV. A lo largo de toda la semana pasada, voluntarios de la ONG Nagusilan han acudido diariamente a las instalaciones de la empresa Doman para colaborar en el reparto de lotes de alimentos entre las familias más necesitadas de Irun. Esta campaña, organizada por el Banco de Alimentos de Gipuzkoa y el área municipal de Bienestar Social, se lleva acabo cuatro veces al año, una por cada trimestre.

Para realizar el reparto, Nagusilan dispone de una lista facilitada por Bienestar Social, en la que figuran un total de 386 familias que no pueden hacer frente a una necesidad tan elemental como es la alimentación de sus miembros. La ONG se encarga de ponerse en contacto con estas familias y de hacer la entrega de los lotes de alimentos.

«Nosotros, lo que hacemos es distribuir el género correspondiente al municipio de Irun», explica Juan Manuel Retegui, voluntario de Nagusilan. «Los camiones vienen cargados desde el Banco de Alimentos de Gipuzkoa y llegan hasta Doman, que ha tenido la gentileza de prestarnos sus instalaciones. Cada año descargamos del orden de los 100.000 kilos de género».

Legumbres, azúcar, harina, galletas y leche son algunos de los alimentos que distribuye Nagusilan entre las familias más necesitadas de Irun. «Dependiendo del número de miembros que tenga cada familia, se le entregan más o menos lotes. Cada lote contiene unos quince artículos y tiene un valor aproximado de 160 euros. A las familias que tienen bebés, también se les entrega un lote de leche especial. Calculamos que serán cerca de 2.600 personas las beneficiadas por estas campañas».

El reparto del tercer trimestre «está funcionando muy bien», asegura Juan Manuel Retegui. «De las 386 familias que figuran en la lista, ya han pasado a recoger los lotes 340. Nos queda la semana que viene para que pasen las que restan, porque a los quince días de terminada la campaña, si no han venido, hay que devolver el género y sería una pena. Pero no suelen dejar de venir».

La mayoría de las familias que acuden al reparto de alimentos. «son inmigrantes. Hay rusos, checos, rumanos, argelinos… de muchas nacionalidades, además de familias de etnia gitana. Son gente de todas las edades, jóvenes y mayores», añade Retegui. «También habrá un 10% de familias de Irun. En realidad, hay más pero creemos que no se acercan por vergüenza. Queremos animarlas a venir. Cualquier persona puede llegar a encontrarse un día en su situación».

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