Roma. El gobierno de Italia enviará durante tres meses a 500 militares más a la región de Nápoles para apoyar a la policía en lucha contra la mafia tras la matanza el pasado viernes de seis africanos. El clan de los Casalesi, el más violento, desató una guerra contra los inmigrantes africanos en la región, quienes negaron que las víctimas formaran parte de una red de narcotraficantes.