Darío Menor
Roma – La Camorra tendrá que superar la presencia del Ejército si quiere seguir ejerciendo su poder en su feudo de Campania. Después de la matanza de siete personas el pasado jueves por un comando camorrista, el Gobierno italiano decidió ayer enviar 500 soldados a la citada región para luchar contra las actividades de la mafia napolitana. Los militares, según explicó el ministro del Interior Roberto Maroni, patrullarán en las zonas donde es necesario «asegurar un mayor control» debido a la «emergencia criminal».
Los 500 miembros del Ejército destinados a Campania serán desplegados sobre todo en la provincia de Caserta, donde la Camorra es el principal poder. El asesinato del dueño de una sala de juegos y de seis inmigrantes africanos el pasado jueves supone una afirmación de la autoridad de la mafia, que no permite la supervivencia de quien no paga el «pizzo», el impuesto que recaudan los camorristas. Así interpretan los investigadores la matanza, como una llamada de atención a los empresarios locales y a los africanos que viven del narcotráfico para que paguen el «pizzo» y reconozcan su autoridad.
Mientras todavía humean los rescoldos de los incidentes que los inmigrantes protagonizaron en protesta por la muerte de sus compañeros, las autoridades van esclareciendo quiénes fueron los presuntos autores de la matanza. Uno de ellos es Alfonso Cesarano, miembro del clan camorrista de los Casalesi y que violó su condena de arresto domiciliario para cometer los crímenes. Según los investigadores, los africanos muertos fueron asesinados al azar, sólo porque formaban parte de la comunidad inmigrante a la que la mafia quiere someter.
El nuevo contingente se une a los 3.000 soldados que fueron desplegados en agosto en las principales ciudades, los edificios estratégicos y los centros de internamiento de inmigrantes para colaborar con la Policía y los Carabinieri en la lucha contra el crimen. La misión de los militares, que termina en febrero de 2009, será prorrogada otros seis meses dado «el gran éxito que está cosechando», anunció ayer el ministro de Defensa Ignazio La Russa.
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